El 29 de julio de 1981 se celebró un cuento de hadas que se vivió con entusiasmo y patriotismo, pero que acabó en tragedia e hizo tambalear los cimientos de la monarquía británica.
El 29 de julio de 1981 se celebró un “cuento de hadas” que se vivió con entusiasmo y patriotismo, pero que acabó en tragedia e hizo tambalear los cimientos de la monarquía británica.