Elegante y sobria, la capital de los Estados Unidos está llena de museos y monumentos
Te animo a hacer un viaje encantador, donde todos en la familia pueden aprender infinidad de cosas nuevas. Hay ciudades que te ofrecen una atmósfera muy especial y un caudal de conocimientos, en las que podrás experimentar nuevos mundos y enriquecerte con culturas diferentes. Por eso me parece ideal conocer Washington, D.C. y explorar el lugar donde se ha forjado por más de 200 años la historia de los Estados Unidos.
Elegante, sobria, pero a la vez alegre y muy limpia, con sus museos y maravillosos restaurantes, la capital de los Estados Unidos está llena de historia y cuando se le conoce siempre impresiona muy favorablemente. Cuenta con muchos parques, tiendecitas y un ambiente joven y moderno; también tiene el encantador barrio de Georgetown, una zona ideal para hospedarse y pasar agradables ratos en sus cafés.
Washington, D.C. es una de las pocas ciudades de los Estados Unidos que fue construida siguiendo un plan, pues en 1790 el primer presidente del país, George Washington, contrató a un ingeniero francés de la armada de Lafayette llamado Pierre L’Enfant para que diseñara una ciudad capital similar a París. ¿Se imaginan? Por eso tiene un precioso diseño con amplias avenidas bordeadas por fabulosos edificios, monumentos y parques. Es una de las ciudades más cosmopolitas del país, con numerosos barrios étnicos y restaurantes con gran variedad de cocinas. Sus suburbios cercanos -en los estados de Virginia y Maryland- tienen preciosas zonas residenciales y centros comerciales maravillosos.
Hay mucho que ver en Washington, D.C. y la mayoría de sus atracciones son gratis. Puedes recorrer el Capitolio de los Estados Unidos, la Casa Blanca (mediante petición por escrito), la Corte Suprema, la Oficina de Grabado (donde se imprime el dinero) y hasta el FBI. O visitar los monumentos a George Washington, a Abraham Lincoln y a Thomas Jefferson (foto de abajo), lo mismo que el Cementerio Nacional de Arlington y el Monumento a los Soldados Caídos durante la Guerra de Vietnam. También puedes visitar la institución Smithsonian y sus 16 museos... ¡Y todo sin pagar ni un centavo!
Washington ofrece al viajero atracciones que nos serán muy familiares, porque las hemos visto en películas y noticieros, y tan solo el Smithsonian es un magneto para los turistas (antes de ir debes leer y decidir qué quieres ver en él). Por ejemplo, su National Air and Space Museum o Museo del Espacio, donde puedes ver las célebres naves espaciales. ¡A los niños les encanta! También son interesantes el American History Museum, el National Museum of the American Indian, el Natural History Museum, el Postal Museum o Museo de los Sellos y el National Zoo o Zoológico de Washington, D.C. Su Holocaust Memorial Museum es una de las visitas más impactantes que puedes experimentar. Muchos turistas prefieren recorrer los grandes monumentos de noche, cuando están iluminados.
Adoro su National Gallery of Art, uno de los museos de arte más divinos del mundo. Washington, D.C. también ofrece una gran variedad de románticos cruceros por el río Potomac, incluyendo el que llega hasta Mount Vernon, la casa privada de George Washington. Hay infinidad de excursiones, como la Washington, D.C. Hop-On-Hop-Off Open-Top Double-Decker Bus Tour, de la que puedes subirte y bajarte en todas las atracciones, además de las visitas guiadas de On Board Americas, infinidad de cruceros, una excursión a la ciudad histórica de Williamsburg, en Virginia, y hasta un tour que muestra donde han vivido muchos espías. Existen unos simpáticos carritos o trolleys, el Old Town Trolley Tour, que recorre la ciudad. Pueden tomarse en la puerta de la estación de trenes Union Station.
¿Restaurantes que me gustan? Charlie Palmer Steak, Serendipity 3 en Georgetown y los del español José Andrés, el chef más poderoso de Washington, D.C., con su jaleo (tapas), y el mexicano Oyamel y su estilo Mediterráneo Zaytinya. ¿Hoteles de moda? El W, el Ritz-Carlton de Georgetown, el Mandarin Oriental y el St. Regis Washington, D.C. Aparte de estos, hay infinidad para todos los presupuestos. Te recomiendo visitar Washington, D.C. por 2 o 3 días si planeas ir a New York, porque el Tren Metroliner te llevará a la capital en apenas 3 horas.