Una hermosa tierra que nos espera con los brazos abiertos
¿Quién no ha deseado conocer Galicia? Muchos latinoamericanos descienden de gallegos y visitar la tierra de los antepasados es muy emocionante, especialmente cuando es tan bella, se come tan rico y se pasa muy bien.
Hay turistas que visitan Galicia como peregrinos religiosos, recorriendo a pie alguno de los muchos itinerarios del famoso Camino de Santiago. Salen de Francia, de Portugal o de diferentes puntos de España para llegar a la ciudad de Santiago de Compostela. ¡Es una experiencia que cambia la vida!
Otros prefieren recorrer Galicia en auto, si tienen al menos una semana y desean visitar varias ciudades. Una vez entré en ella conduciendo un auto desde Portugal, y desde la supercarretera la visión de las famosas rías gallegas es ¡mágica! También pueden guiarse por lo que hice en mi último viaje a España, pues quería volver a Galicia y solo tenía cuatro días después de ir a Madrid. Lo hice muy relax, usando aviones y trenes.
DÍA 1. Volé de New York a Madrid en Air Europa (excelente Clase Business), donde encontré a mis primos y pasamos unos días divinos. Una mañana, en solo una hora, volamos a La Coruña, donde hicimos nuestro “centro de operaciones” en Galicia. Pronto estábamos en el fabuloso hotel Meliá María Pita, frente a la bahía y las famosas playas Orzán y Riazor. Sus habitaciones con enormes ventanas al mar son una delicia. Muy cerca del hotel, almorzamos en Adega O Bebedeiro, un restaurancito maravilloso donde compartimos varios platos, y ese fue el comienzo de la gran experiencia culinaria gallega. De allí caminamos a la Ciudad Vieja, donde están la linda Plaza de María Pita, el Ayuntamiento y la Iglesia de Santiago, en el corazón de la ciudad y rodeada de cafés. Caminamos por la Calle Real (no te pierdas la boutique Bimba y Lola) y cerca tomamos helados en la Heladería Colón, en la Avenida de la Marina. Regresamos al hotel en taxi y esa noche cenamos en el Domus, del chef gallego Eduardo Pardo Gago, con una maravillosa vista del mar y de la Torre de Hércules, el faro más antiguo del mundo, que aún está en funcionamiento y es Patrimonio de la Humanidad.
FOTOGALERÍA: UN VIAJE PERFECTO A GALICIA
DÍA 2. Aprovechamos los trenes de la zona para viajar cómodamente a Santiago de Compostela (a solo una hora de La Coruña), donde pasamos todo un día lleno de sol, lo que en Santiago es un privilegio. La famosa catedral en la gran Plaza del Obradoiro está un poco deteriorada y tiene manchas en sus piedras, pues ya tiene 802 años, pero su interior es extraordinario. Guía en mano leímos los detalles y después tomamos el tren turístico que en 45 minutos nos mostró la ciudad. Almorzamos en el Hostal de los Reyes Católicos: Vieiras a la Gallega, Empanada Gallega y Tarta de Santiago. Llegamos a la Casa del Peregrino, donde se certifica la “Compostela” cuando los peregrinos finalizan el Camino de Santiago. Compramos recuerdos (la bella cerámica de Sargadelos) y a las 5:00 p.m. tomamos el tren a La Coruña.
DÍA 3. Lindo viaje en tren de dos horas desde La Coruña hasta Vigo. Al llegar a la estación de trenes contratamos a un taxista por el día y nos llevó por todo Vigo, siguiendo las playas y el mar hasta Bayona, frente a las islas Cies. ¡Una zona preciosa! Nos detuvimos a pocas manzanas y comimos una mariscada al aire libre en el restaurante del Pazo de Mendoza, del siglo XVIII, frente al mar, rodeado de barcos y con una vista preciosa. Si prefieres alquilar un auto para ir a Vigo y a Bayona, toma la autopista a Cambados, visita el Pazo de Fefiñáns y continúa a Combarro, un típico pueblo marinero. Después ve a Pontevedra. En su casco viejo hay plazas e iglesias y el Santuario de la Virgen Peregrina. Almuerza en su restaurante O Eirado da Leña. Sal hacia Vigo y Bayona por autopista. Y regresa a La Coruña al final del día.
DÍA 4. Ve en tren, en autobús o alquila un taxi que te lleve al municipio de Betanzos, declarado Conjunto Histórico Artístico por tener un increíble casco antiguo.
FOTOGALERÍA: UN VIAJE PERFECTO A GALICIA
