En el siglo XXI la arquitectura ofrece bellísimas obras en distintos países.
Feb. 24, 2011
Muchos viajes los hacemos para conocer “sitios” o “cosas” que se han hecho famosos por su imagen. Vamos a París porque soñamos ver la Torre Eiffel. En Roma “corremos” para estar en el Coliseo, que siempre nos ha “perseguido” desde las páginas de los libros y las pantallas de cine. En Venecia nos imaginamos en una góndola por los canales y conociendo la Plaza de San Marco. En China deseamos ver la Gran Muralla; en Egipto, las pirámides de Giza; en Perú, el “milagro” de Machu Picchu. Si vamos a las Galápagos, en Ecuador, queremos contemplar sus enormes tortugas y la vida marina en general; en México, las pirámides del Sol y de la Luna, y en el Distrito Federal, la gigantesca plaza del Zócalo con su inmensa catedral. En New York no podemos dejar de ver el edificio del Empire State, la Estatua de la Libertad y el corre-corre de la gente por sus avenidas, y en el Caribe queremos disfrutar las paradisíacas playas de arena blanca.
Todos son sitios maravillosos por su belleza natural o porque los heredamos de civilizaciones anteriores que han existido en la historia de la humanidad. Algunos representan una ventana al pasado, que rodeados de la modernidad de hoteles, restaurantes o teatros, hace que viajar sea una aventura especial.
En el siglo XXI, la arquitectura en manos de verdaderos genios nos ofrece nuevos lugares extraordinarios para conocer, los que dentro de algunas décadas serán tan famosos como lo es hoy día la Torre Eiffel. ¿Algunos ejemplos?
EL MILAGRO DE DUBAI
Dubai, en los Emiratos Arabes Unidos, es un sitio futurista como pocos y los grandes arquitectos y artistas del mundo están creando nuevos landmarks, donde su imaginación no tiene freno, ¡pues hay muchísimo dinero para invertir! Hay islas hechas por el hombre, sembradas con miles de palmas, y se han construido los edificios más altos del mundo, uno tras otro, y muchos de ellos son hoteles de un lujo nunca visto, así como las torres de juegos de agua más impactantes que puedan imaginar. Dubai tiene el edificio más alto del mundo (828 metros o 2.717 pies): la torre Burj Khalifa, con más de 160 pisos (tiene un restaurante de lujo en el piso 122), está rodeada de lagos, jardines y fuentes, y está llena de obras de arte. Abrió en enero de 2010 y cuenta con el Armani Hotel, oficinas y 900 residencias privadas (diseño de Armani) de gran lujo. Recuerden que el famoso hotel Burj Al Arab ?una obra maestra de la arquitectura moderna? lanzó al mundo la imagen de Dubai como Las Vegas del mundo árabe, una ciudad llena de dinero y de luces. Este hotel, en medio del mar, en forma de gigantesco barco de vela, refleja la luz del golfo Pérsico, y es símbolo de los fantasiosos hoteles de este milenio.
EL BOOM DE LOS MUSEOS
Entre las nuevas obras maestras y landmarks de los viajes tenemos el ultramoderno museo Guggenheim de Bilbao, obra del famoso arquitecto Frank Gehry, que junto con las construcciones del aeropuerto de Sondica y su Torre de Control, obra del arquitecto Santiago Calatrava, han puesto a la ciudad de Bilbao en el mapa. Miles de turistas ya visitan el país vasco español, comenzando el recorrido con estas dos “maravillas de la humanidad”, y continuando en auto alquilado por toda la costa vasca, pasando por pueblos pesqueros como Lequeitio y Zarauz, la elegante ciudad de San Sebastián, y terminando en Biarritz. ¿También cerca? El hotel Marqués de Riscal, obra de Gehry, que está en medio de los viñedos de La Rioja.
Hay museos ultramodernos que se han convertido en “magnetos” para el turista (a esto lo llaman “el síndrome de Bilbao”) y muchos se construyen en otras partes del mundo, que de pronto se ponen de moda. Uno de ellos es el Museo de Arte Contemporáneo en Niterói, Brasil, que parece como si un enorme platillo volador hubiera aterrizado en lo alto de un acantilado sobre la bahía de Guanabara. Es quizás uno de los edificios más dramáticos del mundo, obra de Oscar Niemeyer, el arquitecto de la ciudad de Brasilia, quien es considerado un genio. El edificio tiene una base pequeña, de solo 8 metros (27 pies), que parece estar “en equilibrio” y usa como parte de su iluminación la luz reflejada en las aguas de la propia bahía. Como pueden imaginar, el deseo de conocerlo ha creado un nuevo interés en ir a Brasil, donde todavía está esperándonos el Cristo del Corcovado, bendiciendo la bahía de Río de Janeiro.
REVISITANDO LA HISTORIA
Muchas ciudades han descubierto lo mucho que tienen que ofrecer al viajero y están preparándose para enseñarles lo mejor de su pasado y de su presente. Está ocurriendo en muchas partes de América Latina: San Miguel de Allende, en México; zonas fabulosas en Perú, la restauración de la colonial Panamá y la bellísima Cartagena, en Colombia. Una ciudad que ha pasado por una absoluta transformación es Berlín, en Alemania, y el boom de sus nuevos edificios nos deja boquiabiertos. Algunos han sido construidos recientemente, pero muchos son restauraciones de edificios que fueron parte del Berlín glorioso de comienzos del siglo XX, antes de que Hitler tomara el poder. Es impresionante la restauración del Reichstag, construido en 1894 y después “sede” de los nazis, que fue casi destruido durante la Segunda Guerra Mundial. El arquitecto sir Norman Foster ha realizado lo que llama “reconstrucción de la historia”, que ha terminado con una enorme cúpula de cristal. Su restauración ha creado un enorme interés en Berlín con sus avenidas, museos, cafés, restaurantes y la vieja silueta de la Puerta de Brandeburgo, sin murallas ni fusiles, justo al lado del Reichstag. También puedes conocer otras ciudades históricas reconstruidas, como Dresden.