“Después de mi primer recorrido por esta maravilla, no podía dejar de platicar sobre la experiencia tan sensorial y diferente que había vivido. Todo comenzó cuando volé de Guayaquil a Baltra, donde abordé el yate que habían alquilado unos amigos, con quienes comencé a navegar hacia territorios fascinantes. El escenario: estar rodeada de leones marinos descansando en la playa; sentí además una alegría casi infantil al ver ‘escuelas de delfines’ en el mar, como saltarines consentidos. También se me hicieron impresionantes los bellos pájaros ‘piqueros de patas azules’, que parecen vestir de smoking blanco con zapatos, ¡como si les hubieran pintado las patas a brochazos justo antes de entrar en nuestro campo de mira! Y otros increíbles que se llaman “bobos con patas rojas”. Me impactó la enorme variedad de aves que habita en Galápagos, ¡que vuelan de isla en isla con gran elegancia!”.
Navegantes de paraísos
Nuestro crucero tuvo una duración de ocho días y siete noches, y durante el trayecto visitamos las islas más importantes (cada una tiene una personalidad muy distinta). Confieso, lo que menos me gustó fueron justo las tortugas gigantes (para muchos, imagen de Galápagos), pues tienen seria competencia con las fantásticas iguanas que se ponen a tomar el sol en las rocas de la playa (¡como estáticos minidinosaurios), y como soy persona de mar y sol, me volví loca con los peces tras practicar un muy tímido buceo, en el cual descubrí caballitos de mar e infinidad de increíbles peces cuyos nombres no conozco.
Después del crucero en el yate, nos hospedamos un par de noches en el fabuloso hotel Royal Palm, éste ocupa 202 hectáreas en la isla de Santa Cruz, el corazón de la tierra de las tortugas y de la famosa Estación Científica Darwin, donde las crían y conservan. El sitio se encuentra construido en perfecta armonía con la isla, con bellas villas, spa, comida de altura y la sensación de que es posible encontrar el paraíso en las llamadas “Islas encantadas”.
El viaje en barco
Era un yate bello y amplio, donde viajamos 10 pasajeros, ocho miembros de la tripulación y un excelente guía naturalista. La primera sorpresa fue encontrar un gran número de naves y veleros a nuestro alrededor, entre ellos el precioso Alta (uno de los más bellos y lujosos de la zona), el Eclipse, el Agressor II, el Mistral y el Lammer Law. ¡Nos sentimos en la Riviera Francesa! El nuestro tenía ocho camarotes no muy grandes, pero con baño privado y un espacio para guardar las pertenencias.
También contaba con un gran salón con TV y video, donde nuestro guía nos daba charlas sobre la historia de lo que íbamos a encontrar al día siguiente. El comedor era confortable, aunque comíamos mucho “al fresco” (es decir, en cubierta, de modo muy informal). Varias grandes compañías de cruceros internacionales ofrecen una buena variedad de tours que recorren la fabulosa zona, como Celebrity Cruises (celebritycruises. com/galapagos), Galápagos Cruceros (galapagoscruceros.ec) y el sitio de internet (galapagosinformation.com).
El itinerario perfecto para las Islas Galápagos
Día 1: SALIDA DE BALTRA. Esa tarde, navegarás alrededor de Santa Cruz y la pequeña bahía Black Turtle. Nuestro guía nos dice que en las Islas Galápagos hay 305 especies de peces distintos ¡y siete familias de ballenas que verás ahí!
Día 2: VISITA LA ISLA GENOVESA o Tower, y en la tarde acude a la bahía de Darwin que cuenta con volcanes, focas e infinidad de aves.
Día 3: LLEGA A FERNANDINA (o Narborough) y su Punta Espinoza. Allí verás playas con campos de lava; en la más “joven” de las Islas Galápagos, con sólo ¡700,000 años de existencia! En la tarde, trasládate a Isabela donde está el volcán Santo Tomás, muy impresionante, con el segundo cráter más grande del mundo, ¡visible desde el espacio!
Día 4: ESE DÍA TOCARÁS TIERRA EN SANTIAGO Y LA BAHÍA JAMES. En la tarde irás a Bartolomé, donde verás la famosa Roca del Pináculo y una colonia de pingüinos y más tortugas gigantes.
Día 5: LA MARAVILLOSA ISLA FLO- REANA es una de las más fascinantes, con una laguna llena de amingos e iguanas enormes. Recorrerás Devil’s Crown (el cono de un volcán donde hay una infinidad de pelícanos ¡increíble!), la Punta Cormorant (zona volcánica de arena cristalina y paraíso de los leones marinos) y Post O ce Bay, donde podrás practicar snorkel.
Día 6: VISITARÁS LA ISLA DE HOOD O ESPAÑOLA, en ella descubrirás Punta Suárez y Gardner Bay, además, encontrarás iguanas y tortugas marinas, y muchos más pájaros...
Día 7: TE ENAMORARÁS DE LA ISLA SEYMOUR NORTE. Ahí, nos siguió una familia de piqueros con patas azules, elegantes y cariñosos... y unos horrorosos tiburones martillo (esfírnidos). ¿Habrá envidias entre los animales feos y los bonitos? ¿Habrá algún tipo de comunicación entre ellos que nuestra mente no tiene capacidad de entender?
¿Momentos especiales?
¡Al bucear alrededor de las islas es probable que te topes con tiburones y mantarrayas! ¡Cuidado! Yo sólo tropecé con una escuela de inofensivas rabirrubias (y en el fondo del mar eran toda una maravilla). Además, hay leones marinos en las playas y todo el tiempo están acariciándose entre ellos. Verás volcanes, acantilados y enormes rocas en medio de las aguas. El detalle sorpresa: las increíbles y conmovedoras puestas de sol que no encontrarás en ningún otro lado del mundo.
Al finalizar este viaje en el archipiélago más impactante del Pacífico, te garantizamos algo: te sentirás más conectada contigo misma, y las conversaciones en las noches bajo las estrellas tendrán una nueva profundidad y muchas preguntas. Así me ocurrió a mí cuando, al finalizar el recorrido, regresé a Baltra, sintiéndome como una versión contemporánea de una parienta de Charles Darwin, y como una mujer que había vivido una experiencia única en su tipo.
Cómo moverte
1. DOS MANERAS DE LLEGAR: AVIÓN O BARCO. Hay vuelos comerciales desde Guayaquil, o Quito a Baltra y después una se puede trasladar entre las islas en aviones más pequeños. Los barcos y cruceros son una buena opción, pues por lo general, se trata de tarifas “todo incluido” y permiten conocer más islas.
2. SI PREFIERES HACERLO TODO DESDE TIERRA, puedes hospedarte en Santa Cruz, la más popular de las islas, donde están los mejores hoteles, como el Galápagos Safari Camp, Red Mangrove Beach y los también muy buenos Angermeyer Waterfront Inn, Gran Hotel Lobo de Mar y Fernandina. O en Isabela, la mayor de las islas, menos comercial, hay opciones estilo bed and breakfast muy cómodas, entre ellas Iguana Crossing, Albermarle y la Casa de Marita Boutique Hotel, sencilla y cómoda y con suites en la propia playa.
3. PUEDES HACER VIAJES CORTOS EN BARCO A PLAYAS DESIERTAS Y OTRAS ISLAS. Éstas suelen estar habitadas sólo por lobos (¡los “lobitos bebés” se acercan y son muy amistosos!) Los Túneles, una formación de rocas que for- man puentes por donde pasan las aguas turquesas, resultan espectaculares para bucear y hacer snorkel. Y si tienes suerte, tu visita puede coincidir con el momento en que los piqueros de patas azules van a comer y se tiran en las aguas como si fueran una bandada de ‘ echas’ azules. ¡Precioso paisaje!
4. NO TE OLVIDES VISITAR EL SEGUNDO CRÁTER MÁS GRANDE DEL MUNDO: el volcán Sierra Negra, al que se sube con cierta dificultad ¡a caballo! En Isabela puedes practicar snorkel en los muelles de la isla, rodeada de niños locales, y a la caída de la tarde, ve a contemplar los amingos. También acude al santuario de las tortugas nativas y al Muro de Lágrimas, los restos de una muralla construida por prisioneros cautivos en tiempos en los que la Isabela era una colonia penal.
5. ¡EN LA ISLA DE SAN CRISTÓBAL TAMBIÉN VIVEN ENORMES TORTUGAS! Si tomas un crucero a isla de Lobos se puede nadar con lobos marinos y ver piqueros de patas rojas. O visita el León Dormido, una roca que parece un león y es un viaje de un día muy interesante, además convive de cerca con tiburones martillo.
6. ¿Y LA COMIDA? Pues fresca y deliciosa; los desayunos son tradicionales, con huevos o hot cakes; los almuerzos y cenas consisten en sopa de papa (plato ecuatoriano delicioso), ceviche de camarones y calamares, un ‘palometa’ entero cocinado al horno con mantequilla, ajos, limones y naranjas (es un pescado muy exquisito).De postre, igual nos servían desde crème brulée hasta frutas.
