Vivimos fascinados con los famosos, pero ellos ya no se contentan con serlo solo como actores, cantantes o diseñadores, sino que ahora son hombres y mujeres de negocios que explotan su nombre como una importante marca. Además de estar en el mundo de la moda y los perfumes, donde ganan verdaderas fortunas, el turismo y la gastronomía también les encantan y son prestigiosos hoteliers.
Famosos hoteleros
Siguiendo los pasos de las celebridades pioneras en el campo de los hoteles -como Robert Redford, dueño desde 1969 del Sundance Resort-, muchas tienen fabulosos hoteles en diversos países. Redford, en su momento de mayor fama, compró el Sundance Resort en Utah, Estados Unidos, y el resto es historia. El hotel y el Festival de Cine de Sundance en el cercano pueblo de Park City son muy populares. Habitaciones y cabañas componen el resort, donde el actor vive gran parte del año.
Este tipo de negocio lo han seguido amigos suyos como Robert De Niro, quien es el propietario del muy stylish Greenwich Hotel en la zona neoyorquina de Tribeca y muy pronto abrirá su Nobu Hotel en una torre del Caesars’s Palace de Las Vegas.
Francis Ford Coppola casi ha abandonado el cine por sus exitosos negocios, entre ellos sus viñedos y sus vinos Coppola en la zona vinícola del norte de San Francisco, y sus varios hoteles: rústicos y lujosos en Belice, como el Turtle Inn, con casitas con techos de palmas y decoración balinesa, y el premiado Blancaneaux Lodge, con encantadoras villas en medio de la selva. También La Lancha, de 10 habitaciones rústicas, pero muy cómodas, en medio de la selva, junto al lago Petén Itzá y no lejos de las ruinas de Tikal, en Guatemala. Su charmant 714 Gov. Nicholls Street en New Orleans es una mansión en el famoso French Quarter, con siete dormitorios y el ambiente típico de la ciudad de los años 1900, y su Jardín Escondido es una casona en la zona de Palermo, en Buenos Aires, rodeada de vegetación, como un pequeño paraíso de nueve habitaciones, desde donde puedes caminar a las boutiques, los bares y las galerías.
Clint Eastwood es dueño del encantador Mission Ranch, muy cerca del mar, en la bella zona de Carmel, al sur de San Francisco, que es muy popular por su estilo “finca llena de armonía”, con 31 habitaciones en casitas y bungalows, y un ambiente romántico-rústico encantador.
Richard Gere y su mujer Carey Lowell tienen el Bedford Post Inn, un albergue para disfrutar de la gastronomía de la zona cercana a Manhattan, donde millonarios y socialites tienen mansiones; ahí puedes hacer yoga y pasar un relajado fin de semana. El actor John Malkovich es dueño de Big Sleep Hotel, una cadena de hoteles a precios bajos en Europa. Y Olivia Newton-John es la propietaria del exitoso Gaia Retreat & Spa, en Byron Bay, Australia, con enormes jardines donde meditar, practicar taichi o yoga, y una playa a la que puedes llegar en bicicleta.
¿Un dato curioso?
Que hasta los Von Trapp, que se hicieron famosos con la película The Sound of Music, desde que se radicaron en Estados Unidos abrieron un hotel estilo resort de esquí austriaco, en Stowe, Vermont, que sigue siendo muy popular. Los visitantes pueden ir a la tumba de María (la novicia) y disfrutar del chocolate caliente en el lobby del Trapp Family Lodge, mientras escuchan las canciones de la película.
Los diseñadores no se quedan atrás: Giorgio Armani tiene el Armani Hotel en Dubai, con las minimalistas líneas de sus diseños. Está a punto de abrir su Armani Hotel en Milán, donde lo conocen como el “Ah” hotel. Donatella Versace pone su sello suntuoso en el lujoso Palazzo Versace Gold Coast en Australia (cerca de un campo de golf) y en otro hotel-condominio que abrirá en el 2011 en Dubai. Los Missoni tienen hoteles en Edimburgo, Escocia, y en Kuwait, y planes de abrir otros en Omán y Brasil.
La modelo Elizabeth Hurley es condueña del chic hotel londinense, estilo mansión, 11 Cadogan Gardens, en la elegante zona de Sloane Square.
En el mundo de la música, Gloria y Emilio Estefan tienen dos hoteles: el Cardozo, estilo art déco, en Ocean Drive, South Beach, y el Costa d?Este en Boca Ratón. El Rival Hotel en Estocolmo es propiedad de Benny Andersson, quien alcanzó la fama con el grupo sueco ABBA, mientras que el cantante Bono y su socio The Edge, del grupo musical irlandés U2, son dueños del Clarence Hotel en Dublín, situado en un edificio del siglo XIX, y cuyo bar es favorito de las personalidades que pasan por la ciudad, como el ex presidente estadounidense Bill Clinton.
El millonario sir Richard Branson está orgulloso de haber convertido en hotel su isla Necker en las Antillas inglesas, donde la princesa Diana pasaba vacaciones con sus hijos William y Harry, y ahora puedes alquilar una villa ¡o toda la isla!