Después de leer sobre estos cinco destinos, querrás visitarlos en las próximas vacaciones de Semana Santa
Michoacán es un estado lleno de tradiciones, colores, gastronomía deliciosa, arquitectura impresionante y Pueblos Mágicos. ¿Sabías que es el estado de la República que agrupa el mayor número de ellos? La razón principal es que esta región aún conserva rezagos de la cultura y tradiciones de los purépechas. Además, poseen una belleza increíble, paisajes naturales que enamorarán y mucha, mucha historia.
Si aún no tienes planes para las próximas vacaciones de Semana Santa, te prometemos que estos cinco Pueblos Mágicos son la opción perfecta. ¡Compruébalo!
Santa Clara del Cobre
En este pequeño pueblo, situado en el centro del estado de Michoacán, el trabajo del cobre es un estilo de vida: en cada hogar hay un taller. El oficio data desde la época de los purépechas, incluso antes de la colonia. Desde entonces se fabrican joyas, máscaras y ollas. Durante la época colonial, Santa Clara ya era reconocida fuera de México por la calidad del trabajo de sus artesanos. ¿Sabías que el pebetero de los Juegos Olímpicos de México 68 fue hecho con este material?
Si vas de visita, no dejes de ir al kiosko hecho de cobre, sus plazas, templos y museos; la visita al Museo Nacional de Cobre es imprescindible, por supuesto. Y, claro, no te vayas sin adquirir alguna pieza única de joyería en las tiendas del pueblo.
Pátzcuaro
Este pueblo pintoresco con calles empedradas y casonas majestuosas se encuentra frente al lago que lleva el mismo nombre. El pueblo mágico de Pátzcuaro tiene más de 500 años de historia y fue fundado por Don Vasco de Quiroga, el primer obispo de Michoacán, quien construyó la Basílica de Nuestra Señora de la Salud y fundó la primera universidad de México: el Colegio de San Nicolás. Actualmente es el Museo de las Artes e Industrias Populares.
El mercado es el lugar ideal para probar y comprar productos regionales, como los charales secos, las corundas rellenas o el queso Cotija. Además de visitar la isla, pasa la tarde en alguno de los cafés, restaurantes, neverías o mezcalerías bajo los portales de la plaza Vasco de Quiroga.
Anguangueo
Este pueblo está rodeado por el refugio de millones de mariposas monarca que pueden visitarse en los santuarios de Sierra Chincua y El Rosario. Sorpréndete con su belleza desde miradores, como el de la Capilla de la Misericordia, que ofrece una vista panorámica espectacular.
Piérdete en sus calles estrechas con casonas de fachadas coloridas, visita el templo de la Inmaculada Concepción y la Parroquia de San Simón Celador. En la Plaza de Armas encontrarás un pintoresco kiosco rodeado de portales. Ahí también está encuentras un mural de Arturo Estrada, discípulo de Frida Kahlo. No te lo pierdas.
Tacámbaro
El pueblo se encuentra sumergido en un valle rodeado por neblina y campos de árboles frutales. El aguacate, la zarzamora y la caña de azúcar son muy tradicionales aquí.
Adéntrate en la naturaleza y visita las cascadas ?Arroyo Frío? o ?La Alberca?, ambas con caídas impresionantes.
En el centro, recorre sus calles estrechas, llenas de casas color blanco y encuentra plazas escondidas, como la del Santo Niño. Conoce otro lado de la historia del expresidente Lázaro Cárdenas en el Centro Cultural Amalia Solórzano. Por último, deja tiempo para visitar la iglesia icónica del pueblo: el Templo de Fátima, custodiado por cuatro imágenes traídas de antiguos países comunistas. Sin duda, ¡es toda una experiencia!
Jiquilpan
Este pueblo es hogar de artistas, jardines, templos hermosos y portales coloridos. Fue exactamente aquí donde nació el general Lázaro Cárdenas
Es un lugar muy tranquilo, perfecto para tomar relajados paseos mientras admiras las jacarandas que florecen por doquier. Sin embargo, por las tardes, los portales del Jardín Colón se impregnan de un ambiente bohemio irresistible.
Jiquilpan ofrece un bosque donde la gente sale a correr o pasear. Aquí se encuentra la ?Casa de piedra?, que fue residencia de descanso de Lázaro Cárdenas. El arte se respira en los talleres de seda, en las artesanías, la música y la gastronomía. Sin duda, es un lugar que debes visitar al menos una vez en la vida.