Con máscaras, bailes, desfiles...la gente vive días de fiesta y ¡de locura!
¿Todavía estás agotada, después de mover las caderas y bailar durante largas jornadas? Sí, los carnavales son capaces de dejar cansado a cualquiera que se zambulla de cabeza en ellos.
Tengo una amiga en Barranquilla que, como gran parte de la población de esa ciudad, vive el carnaval con verdadera intensidad. Cuando se terminan las fiestas, queda extenuada y necesita un par de días para recuperarse.
Como siempre, los primeros meses del año llevaron a distintos lugares del planeta el colorido, la alegría y la esperanza de los carnavales (una celebración que, antaño, tuvo un origen religioso, pero que terminó siendo, salvo excepciones, una fiesta pagana). En Río de Janeiro, Venecia, Veracruz, Nueva Orleans o Niza, cada carnaval tiene un estilo y un ?toque? que los hace diferentes. Pero también algo en común, pues, aunque en uno se baila la samba y en otros bachata o música trance, son festejos populares, que invitan a olvidarse de los problemas y a celebrar la suerte de estar vivos.
MASCARADAS VENECIANAS
El carnaval de Venecia es muy antiguo, pues sus orígenes se remontan a los finales de la Edad Media, aunque los expertos señalan que su momento de mayor esplendor fue en el siglo XVII. Venecia era un importante puerto de Europa, y gente de todo el continente viajaba hasta allí para divertirse en sus alocadas noches de carnaval. Todo estaba permitido: de ahí el uso de las máscaras blancas, plateadas y doradas, que daba rienda suelta a la sensualidad, sin distinción entre los nobles y la gente pobre.
En la actualidad, el espíritu del famoso donjuán Giacomo Casanova sigue rondando en los carnavales venecianos e invita a los turistas a divertirse y a hacer todo tipo de locuras durante sus 10 días de duración. La alegría recorre las laberínticas calles de la ciudad, se disemina por puentes, plazas y palazzos, y atraviesa el Gran Canal en góndolas adornadas para la ocasión.
Este año, como es habitual, el evento comenzó en la plaza de la basílica de San Marcos. Una muchedumbre internacional se reunió para ver el ?Vuelo del ángel? y ser testigos de cómo Irene Rizzi, la reina del carnaval 2016, bajaba desde lo alto del campanario, colgando de un cable de acero a casi 100 metros (328 pies) de altura. Esta ceremonia se repite desde hace varios siglos.
Sin embargo, muchos se quejan de que en esta fiesta de La Serenísima cada vez se ven más disfraces de zombis y otros personajes sobrenaturales tipo Halloween, que no tienen nada que ver con las refinadas máscaras, las pelucas y los vestuarios de época tradicionales.
RIO: A RITMO DE BATUCADA
Sambas y batucadas: por la pista de 700 metros de largo (2.296 pies) del sambódromo Marqués de Sapucaí bailaron y cantaron miles de personas días atrás, en el legendario carnaval de Río de Janeiro, en Brasil. Ni la aparición del temido virus zika impidió el éxito de este evento, que convoca a un millón de turistas para disfrutar de los sensuales y rítmicos desfiles de sus ?escuelas de samba?. Si a esa cifra se suma la población carioca y los visitantes de otras ciudades del país, en las fiestas participan varios millones de personas.
Con sus carrozas y comparsas, las escuelas de samba eligen cada año un tema para su desfile y ensayan durante largos meses para competir por los codiciados trofeos. Por ejemplo, en el 2016, la escuela Inocentes de Belford Roxo decidió rendir homenaje al cine de Carlos Diegues, mientras que la escuela Caprichosos de Pilares eligió la figura del exfutbolista serbio Dejan Petkovic para homenajear a los extranjeros que han tenido éxito en los deportes y en las artes de Brasil. Mangueira, fundada hace 90 años, en 1926, es la escuela de samba más antigua entre las que participaron en el desfile, y este año su presentación estuvo dedicada a la cantante María Bethania. El carnaval de Río de Janeiro es un imán que ha atraído, en los últimos años, a celebridades como Madonna, Jude Law, Anne Hathaway, Rihanna, Jennifer López, Will Smith, Kanye West y su esposa Kim Kardashian, Monica Bellucci, Megan Fox y un largo etcétera.
FOLCLOR Y RELIGIOSIDAD EN ORURO
En Bolivia tiene lugar otro de los grandes carnavales del mundo. Allí, en la ciudad de Oruro, se celebra desde la época colonial este evento, que está muy ligado a la adoración de la Virgen del Socavón, patrona de los mineros. Todo el esplendor del arte y la artesanía indígenas brilla en esos días en que medio centenar de ?cofradías?, luciendo máscaras de extraordinaria belleza y vestuarios de colorido inimaginable, bailan durante una peregrinación casi una veintena de danzas típicas de la geografía boliviana, como diabladas, tinkus, caporales, morenadas y tobas.
Muchas cofradías rinden homenaje a Wari, el dios protector de las minas de oro y de plata, y abundan los bailarines disfrazados de diablos. Esta incomparable fiesta folclórica ha sido declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Este año, el actor Edward Norton viajó a Bolivia para asistir a la primera jornada del carnaval, que duró 14 horas, y escribió en su cuenta de Twitter: ?Nunca he visto algo como el carnaval de Oruro?. En total, en la fiesta participaron 30 mil bailarines y 7 mil músicos, que actuaron para más de 200 mil espectadores, muchos de ellos turistas.
FOTOGALERÍA: Carnavales del mundo
CON SABOR LATINOAMERICANO
El carnaval de Barranquilla también fue nombrado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Cada año, la vida cotidiana de esa ciudad colombiana se paraliza cuando empieza esta celebración, pues todo el pueblo se pone en función de ella. La reina del Carnaval tiene gran importancia en las celebraciones, al igual que el Rey Momo y el Hombre Caimán. El cierre de la jornada llega con el entierro de Joselito Carnaval, un personaje al que se despide, metido en su ataúd, mientras sus ?viudas? y otros deudos, vestidos de negro, lo lloran. ¡Hasta los turistas compran ropa de luto para participar en este funeral con bailes callejeros! Claro que se trata de un adiós simbólico, pues Joselito resucitará en el 2017, cuando llegue el próximo carnaval.
México también tiene carnavales muy conocidos, como el de Veracruz. Durante su inicio se produce una quema simbólica del mal humor, de personajes e ideas indeseables, que se consumen hasta convertirse en cenizas para dar paso a la alegría. Hay muchas coronaciones, pues la celebración tiene un rey de la Alegría, una reina del Carvanal y unos reyes infantiles. Estas fiestas veracruzanas también finalizan, como las de Barranquilla, con un entierro, en este caso el de Juan Carnaval. En Mazatlán, Campeche y Tlaxcala, febrero volvió a traer el jolgorio de los carnavales para alegría popular. Panamá y República Dominicana también tienen carnavales de prestigio.
¿Uno que sobresale por su extraordinaria duración, que lo convierte en el más largo del mundo? El del Montevideo, Uruguay, con 40 días de ritmo de candombe y desfiles de carrozas con reinas y cabezones.
OTROS CARNAVALES
El carnaval más popular de Estados Unidos es el llamado Mardi Gras, de Nueva Orleans, que se celebra desde los albores del siglo XVIII y tiene una gran influencia de la cultura francesa. Durante las fiestas con música de jazz y comida cajún desfilan carrozas pintadas de dorado, púrpura y verde, y comparsas con vestuarios extravagantes. Los bailarines lanzan collares al público, para que este se los lleve como recuerdo.
En España resulta insuperable el carnaval de Tenerife, en las islas Canarias, que cada año se dedica a un tema central. Hay concursos de murgas y de comparsas, y una gran cabalgata por la avenida de Anaga. El ?entierro de la sardina? pone punto final a la fiesta hasta el año siguiente. ¿Su competencia? El de Cádiz.
El carnaval de Niza, en la Costa Azul de Francia, goza de gran prestigio, y sus calles se engalanan con luces de colores, carrozas adornadas con flores y fuegos artificiales. El carnaval de Colonia, en Alemania, se mantiene fiel a su tradicional fórmula 11-11-11, pues cada año empieza el 11 de noviembre a las 11 de la noche. Durante sus ?días locos?, la ciudad es invadida por turistas dispuestos a pasarla bien, a disfrazarse y a disfrutar la cerveza local Kölsch. También están los carnavales de Dunkerque, en Francia; el de Madeira, en Portugal; el de Bridgetown, en Barbados; el de Notting Hill, en Londres, Inglaterra, y los de Quebec, y Trinidad y Tobago, entre otros.
Tienes tiempo para escoger tu favorito y participar en el 2017. ¿A cuál te apuntas?
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