Cómo la meditación y el mindfulness pueden ayudarte al amor propio

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Más allá de posturas complicadas, velas aromáticas, horas de contemplación y muchos otros clichés, la meditación es una práctica importantísima, y así puedes comenzar.

¿Hace cuánto que no te das un tiempo para ti? ¿Recuerdas la última vez que te aplicaste tu crema favorita? Si estás sumergida en el ritmo de la rutina diaria, te urge hacer una pausa y meditar, práctica que te permite contemplar sin juicio el presente, apreciar el instante de manera consciente y, de paso, disfrutarte.

Beneficios de la meditación en cuerpo y mente

En la investigación “Meditación: procesos y efectos”, dirigida por el profesor Hari Sharma, de la Universidad Estatal de Ohio, se hace un compendio de los beneficios de meditar, como “reducción de la presión arterial, frecuencia cardiaca y cortisol (hormona relacionada con la inflamación), así como la disminución del patrón de respiración, aumento de melatonina y mejoramiento en la resistencia de la piel”. En otras palabras, también tu cuerpo se relaja y se desinflama.

Cuando estás en paz contigo, lo transmites, y al estar en ese mood te será más fácil hacer las paces con tu cuerpo, aceptar y valorar quién eres y, si lo decides, plantear desde el amor propio un cambio. Para comenzar a meditar, la coach de bienestar Mar del Cerro, sugiere evitar complicaciones:

1. Dale una intención a tu meditación

Su importancia radica en que ésta te servirá de guía y motivación. Lo mejor es que puede cambiar según tus necesidades. “La intención es un punto en el mapa al que quieres llegar; sin embargo, no es el fin del camino”, considera la experta.

2. Sé constante en tu meditación

Selecciona un momento específico para hacerlo. “La idea es que el horario te acomode y se adapte a ti. Lo mejor es agendarlo, de esta manera tendrás esos 10 minutos apartados y será más probable que practiques tu meditación”, aconseja.

3. ¡Déjate conducir por la meditación!

“Comienza con meditación guiada, ya que te da un punto dónde poner tu atención y tu mente no divagará tanto. Poco a poco podrás irte al silencio y llevar tú sola la práctica”, sugiere la también fundadora de Medita Podcast. Considera que hay muchos tipos de guía, pero Mar señala: “Busca que sea en tu idioma natal. Si es música escúchala por completo antes de meditar para no llevarte algún susto que te distraiga y desconecte”.

4. Mide el tiempo para meditar

Si deseas meditar 10 minutos, pon una alarma a los 12 o 15 minutos, para asegurarte de que no te vas a pasar o rendirte a Morfeo. “Recuerda que quedarte dormida no está mal, quiere decir simplemente que te relajas de más y te falta concentración, y esa sólo la consigues con la práctica”, advierte.

5. Si eres nueva meditando, sé paciente

La meditación requiere compasión, ser estricta y crítica contigo misma te impedirá avanzar. “Déjate inundar por la experiencia, con el amor descubrirás cosas fascinantes. Abrázalas, ámalas y agradécelas porque son parte de ti. La meditación puede ayudarte a liberarlas, sanarlas, relajarlas o repetirlas”, asegura Mar del Cerro.

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