Los científicos trabajan en una aplicación de botox que no requiere de inyecciones.
Mar. 04, 2011
Una alternativa a las inyecciones de botox permitirá aplicar la toxina en forma de gel, un procedimiento que aunque aún está en fase de experimentación, ya presenta resultados prometedores. El dermatólogo Brian Zelickson, de la Universidad de Minnesota -cuyo equipo está trabajando en el producto-, ha dicho que la nueva pomada “no va a ser tan efectiva como el botox inyectado, pero es una alternativa para la gente que no quiera agujas”.
Otra de las futuras alternativas al botox, en la que también trabajan Zelickson y su grupo, será el crio-botox, llamado así por su efecto sobre las arrugas aunque, en realidad, no contiene toxina botulínica. El tratamiento (desarrollado por la empresa Myoscience y aún en fase experimental) emplea agujas a baja temperatura para enfriar los músculos y relajarlos, lo que provoca un efecto similar al botox durante cuatro meses. Por el momento, la pomada ha mostrado resultados esperanzadores contra las “patas de gallo” y sus efectos duran seis semanas. Pasado ese tiempo, habría que volver a la consulta por una nueva dosis de gel.
