Es real, y con su ayuda podrás lograrlo. ¿Qué pensarías si te dijéramos que aun después de tus 30, 40 o 50, tu piel puede verse mejor que nunca? Seguramente ya has escuchado esa atractiva promesa ¿o no? Pues bien, lo novedoso esta vez es que nosotras descubrimos cómo puedes lograrlo a partir de lo que llevas a tu boca y en particular, con un alimento.
Y con ustedes, ¡los probióticos!
Ok, ya te cuidas haciendo ejercicio, utilizando los mejores cosméticos y, además, manteniendo una buena alimentación. ¿Qué más puedes incluir en tu día a día? Probablemente has escuchado acerca de los alimentos funcionales. Se trata de comida que, más allá de nutrirte con carbohidratos, proteínas y grasas, contribuyen a la salud con muchas otras funciones. Entre los alimentos funcionales, uno de los que más beneficios poseen son los probióticos.
¿En qué ayudan?
Los probióticos tienen muchísimas ventajas para las mujeres como nosotras. Nosotras contamos 4 relevantes: Sin rastro. Dile adiós a esas heridas que no cerraron de manera adecuada y deja que la piel luzca de la mejor manera. Los probióticos pueden facilitar ese proceso. No más envejecimiento prematuro. Ellos protegen la piel de los dañinos rayos UV. ¿Te vas a asolear? Recuerda que los rayos UV son muy peligrosos y si bien lo mejor es usar bloqueador cuando te expongas al sol, un poco de ayuda extra contra estos enemigos nunca viene mal. Cierra el año al 100 por ciento. Estos aliados ayudan al sistema inmune a mantener a raya a los organismos que le hacen daño. ¿Enfermarte en pleno festejo de fin de año? No es buena idea. Por ello es importante que lo estimules, y los probióticos también se encargan de eso. Vestido de gala. Ellos mejoran la digestión y reducen la famosa “pancita”. ¡Olvídate de la inflamación a la hora de lucir espectacular en las cenas invernales! El yogur es una de las mejores fuentes de estos benéficos microorganismos, aunque también los hay en presentación de cremas y maquillajes. Las bondades, como puedes ver, son muchísimas y vale la pena que los pruebes. ¿Te animas?