Estas personas son capaces de enloquecerte con su grandiosidad y necesidad de brillar
LA INFLUENCIA DE “NARCISO”
El término narcisista tiene su origen en la historia de Narciso, el joven que, de acuerdo con la mitología griega, se enamoró de su reflejo al verse en la superficie de un río y, tratando de acercarse más a su hermoso rostro, cayó al agua y se ahogó. La única diferencia entre el mito y la realidad es que quienes tienen que lidiar con una de estas personas a menudo sienten que son ellos los que se ahogan en el enorme ego del narcisista.
Para saber si estás lidiando con una persona narcisista, responde estas preguntas:
- ¿Actúa esa persona como si fuera más importante que el resto de la humanidad?
- ¿Tengo que halagarla para que recibir su atención?
- ¿Siempre hace que la conversación gire en torno a ella?
- ¿Les resta importancia a mis sentimientos o a mis intereses?
- Si estoy en desacuerdo con ella, ¿se vuelve fría o distante?
- Si has respondido que sí a una o más de estas preguntas, podrías estar ante un narcisista. - ¡Ha llegado el momento de conocer mejor a este ejemplar!
LA RAÍZ DEL DESORDEN
De acuerdo con la Asociación Americana de Sicología, las personas con desorden narcisista de la personalidad exhiben un patrón crónico de:
Grandiosidad. Pecan de alardosas. Todo lo agrandan y exageran, pues necesitan sentirse admiradas.
Falta de empatía. Son insensibles a los sentimientos ajenos; los únicos que cuentan son los de ella.
Fantasías de éxito, belleza y poder sin límites.
Actitudes de “todo me lo merezco”. Los demás tienen que servirles y hacerles todo tipo de favores. Por supuesto, deben sentirse agradecidos por ese gran privilegio. Ellas no tienen que reciprocar.
Envidiar los logros ajenos. Es como si estos las opacaran.
Dominar las conversaciones, llevándolas siempre al tema más interesante del momento: ellas mismas.
Sobrevalorar la apariencia sobre lo emocional y espiritual. El valor tiene que ser tangible; la belleza, por ejemplo, es mucho más importante que las cualidades interiores, como la integridad o la generosidad.
Sentir que solo una élite de personas tan “especiales” como ellas puede comprenderlas.
La pregunta del millón: ¿Por qué son así estos hombres y mujeres? Según los sicólogos, la personalidad narcisista puede desarrollarse si en los años formativos de la infancia, el carácter auténtico o natural del pequeño es ignorado o atacado, al mismo tiempo que se fuerza al niño a llenar el patrón de “perfección” de los padres. Entonces, se vuelve supercompetitivo y no desarrolla la capacidad de tomar en cuenta los sentimientos o las necesidades de los demás. El reverso de la moneda es que, secretamente, el narcisista se siente inferior y, para combatir esto, desarrolla un complejo de superioridad que lo ayuda a elevar su baja autoestima. Por lo mismo, la más pequeña crítica lo saca de órbita, pues cualquier defecto o error significa que no es perfecto.
COMO LIDIAR CON “NARCISO”
Ya lo dijimos: no es fácil lidiar con este personaje, principalmente porque, de acuerdo con los expertos, los narcisistas no tienen la capacidad de cambiar. Es la persona que tiene que convivir con él o ella, quien debe modificar su actitud. Si este es tu caso:
1. Ante todo, nunca hagas que tu propia autoestima dependa de un narcisista. No intentes complacerlo para recibir su aprobación, porque jamás te la dará.
2. Disfruta de sus cualidades positivas como, por ejemplo, que suelen ser el alma de la fiesta... pero entiende que son limitados emocionalmente y, por lo mismo, debes aceptar que no pueden corresponderte en ese plano.
3. Protege tu corazón. Si es posible, no te enamores de un narcisista... y mucho menos le cuentes tus sentimientos más íntimos o vulnerables. El no es capaz de valorarlos.
4. Sienta límites muy claros. Decide cuáles de sus exigencias estás dispuesta a llenar, o cuánta aprobación o energía estás dispuesta a darle a esa persona. Por ejemplo, determina de antemano cuánto tiempo le dedicarás a uno de sus monólogos ensimismados.
5. Si tu “resistencia pasiva” lleva a esa persona a atacarte, a tratar de hacerte sentir culpable, etc., rehúsa el chantaje emocional. Recuerda que, para ella, tus sentimientos y emociones no cuentan, así que no te sientas culpable.
6. Si necesitas su cooperación, siempre apela a su interés -de qué manera se beneficia ayudándote-, nunca a tu necesidad.
7. Evita las peleas o argumentos. Discutir con esa persona puede ser realmente enloquecedor porque, como no acepta errores ni responsabilidad, puede hacerte sentir que todo lo que ocurre es tu problema o culpa tuya. Defiende tus derechos con control y ecuanimidad. No permitas que te saque de tus casillas con sus ataques de ira o de histeria.
8. Si puedes diluir la relación sin enfrentamientos, y poco a poco poner distancia física y emocional entre el narcisista y tú, considera la posibilidad de mantenerlo al margen de tu vida.
9. Si definitivamente no puedes cortar la relación con esa persona, nutre tu mundo interior con las cosas que te hacen feliz y cultiva otras relaciones sanas y respetuosas.
10. Si a pesar de tus mejores esfuerzos se te hace muy difícil lidiar con este ejemplar, no permitas que te robe la paz. Consulta con un sicólogo o terapeuta para que te ayude a convivir con él o ella, según el caso específico. Lo importante es que reconozcas que estás ante un narcisista y aprendas a cuidarte de su tóxica personalidad.