Hay personas que recurren a los implantes faciales en su búsqueda de seguir viéndose jóvenes.
Mar. 11, 2011
¿Arrugas, piel flácida? Eso es lo que uno asocia con la edad; pero una nueva investigación publicada en el boletín Plastic and Reconstructive Surgery revela que la piel no es lo único que se afecta con los años. Los huesos faciales también pierden volumen y ceden, haciendo que una se vea incluso más vieja de lo que es. Por ejemplo, las cuencas de los ojos se ensanchan, el arco de las cejas cede y la mandíbula pierde definición. Esa es la razón por la que ni el mejor cirujano plástico nos puede devolver la apariencia que teníamos a los 20 años.
“Originalmente se pensaba que lo que cambia es la piel, que pierde elasticidad y grasa”, dice el Dr. Robert Shaw, de la Escuela de Medicina de la Universidad de Rochester, en New York. “Por eso es que nos enfocábamos en estirarla. Pero si hay cambios en la estructura que la sostiene, se altera su apariencia”. A pesar de esto, hay esperanzas. El Dr. Shaw dice que los cirujanos plásticos pueden utilizar materiales de relleno e incluso implantes faciales para compensar el hueso perdido. El volumen añadido mejora la apariencia en algunas personas.