Reconoce tus propias excusas y evítalas. Te damos las herramientas.
Ene. 12, 2011
¡Otro año que comienza! La vida te regala 365 días para estrenar. Ninguno tiene un error; todos están llenos de ese elemento mágico llamado ?posibilidades?...
¿Qué sentiste al leer estas palabras? Si te llenaste de entusiasmo y casi-casi no puedes esperar para comenzar a trabajar en todo lo que deseas lograr este año, ¡felicidades! Eso quiere decir que no te sientes estancada, sino todo lo contrario. Para ti, el 2011 es puro potencial. Pero ¿qué significa si al leer estas palabras te asaltó una oleada de desaliento? Quizás, de tanto hacer resoluciones y promesas para el Año Nuevo, y de verlas quedar siempre en las buenas intenciones, crees que por mucho que intentes hacer un cambio positivo en tu vida, siempre acabarás, como dice la canción, ?en el mismo lugar y con la misma gente?.
Si piensas de esa manera, no hay que ser un genio para adivinar que eso es lo que verás manifestado en tu vida. Obviamente, si crees que algo es imposible, no le pondrás el ingrediente clave para el éxito: genuino entusiasmo.
EL SECRETO DE LOS GANADORES
Ahora vamos a contarte un secreto milenario; algo que, si lo entiendes, tiene el poder de transformar tu percepción de la vida instantáneamente. ¿Estás lista para recibir esta revelación?
Todo lo que existe actualmente en tu vida ?en tus relaciones personales, en tu carrera, en el amor y hasta en tu forma física? es resultado de tus elecciones. Por favor, vuelve a leerlo: todo lo que existe en tu vida, incluso lo que te tiene insatisfecha, no es otra cosa que la consecuencia lógica de tus acciones. Tu vida actual no es producto de la buena o la mala suerte. De nuevo: es el resultado de cómo has vivido hasta ahora.
Apostamos a que, seguramente, esta revelación se te hace algo... incómoda. Quizás te sientes injustamente criticada, porque aunque eres responsable en parte de lo que te ocurre, piensas que hay muchas cosas que están fuera de tu control.
- “Si estoy fuera de forma no es por mi culpa. Es que el trabajo no me deja tiempo para ir al gimnasio”.
- “No he triunfado en los negocios porque no tuve la oportunidad de estudiar cuando era más joven”.
- “Los hombres me engañan porque así son ellos: mentirosos”.
Para llegar a donde quisieran estar en mente, cuerpo y espíritu, estas personas tienen que darle un giro de 180 grados a su enfoque. Entonces podrán ver claramente cuál es la excusa que utilizan para justificar sus elecciones y, sobre todo, los resultados que obtienen.
Veamos qué revelan estas si les damos ese giro:
- “Si no estoy en forma es porque cuando llego a casa cansada del trabajo, prefiero sentarme a ver televisión en lugar de caminar media hora para ejercitarme”.
- “No he triunfado en los negocios, porque ahora mismo sigo eligiendo no prepararme para ampliar mis posibilidades”.
- “Los hombres me engañan porque, aunque ya sé cuáles son las señales de que él no está realmente interesado, elijo ignorarlas para vivir la ilusión del romance”.
Vistas de esta forma, las excusas saltan a la vista. Pero... ¡espera! Porque aun si logramos que la persona admita que su circunstancia se debe a las excusas que utiliza, muchas veces la justifica con ?¡adivinaste!? más excusas.
- “Prefiero sentarme frente al televisor en lugar de caminar media hora... porque mi esposo se enoja si lo dejo solo o porque debo compartir ese tiempo con los niños”.
- “No me preparo para ampliar mis posibilidades porque cuando termine el curso tendré 50 años (¿qué edad tendrá si no lo empieza?) y no me gusta estudiar sola”.
- “Prefiero vivir la ilusión del romance, porque de lo contrario tendría que buscar dentro de mí todo lo que deseo recibir de un hombre”.
Increíblemente, las excusas tampoco terminan ahí; muchas personas siguen hallándolas, como si pelaran una cebolla, interminablemente. Al final, quien logra transformar su vida es la persona que está dispuesta a ir desmantelando cada una de ellas, hasta enfrentar una realidad: cuáles son los pasos que tiene que dar para llegar a donde desea estar. Así de simple.
Esta es la clase de persona que, armada con esa información, decide si realmente desea trabajar para lograr sus metas y crea un plan específico para lograr los cambios deseados. Como sabe qué la motiva, lo mismo que el peligro de caer en las excusas y las explicaciones para justificar por qué no avanza, tiene más posibilidades de sobrellevar los obstáculos que inevitablemente encuentra en el camino, y así poder transformar su vida.
¿TE ATREVES A VIVIR SIN EXCUSAS?
Si es así, ya tienes la mitad del camino ganado. Ahora sabes no solo lo que quieres, sino qué has hecho para impedir que se manifieste en tu vida y cuáles son los pasos que debes dar para lograrlo. De acuerdo con los expertos, tanto para eliminar un mal hábito, como para establecer uno más productivo, es necesario trabajar durante 21 días consecutivos. Este es el tiempo mínimo que la mente subconsciente requiere para fijar el nuevo comportamiento. Al principio te asaltarán las dudas; eso es normal. Pero la buena noticia es que las leyes de la vida funcionan siempre que las respetes. Esto quiere decir que si siembras una planta de tomate correctamente y la riegas de la forma indicada, a pesar de tus dudas, pronto tendrás una planta de tomate.
REGALATE 21 DIAS PARA TRIUNFAR
1. Analiza qué no te gusta de tu vida. Determina qué has hecho para producir estos resultados. En otras palabras, mira hacia atrás para ver qué circunstancias, elecciones o decisiones han contribuido a crear la realidad que vives actualmente.
2. Elige qué comportamiento deseas eliminar de tu vida y cuál quieres poner en su lugar.
3. Escribe los pasos específicos que debes dar para lograrlo. La mente subconsciente no entiende mensajes ambiguos o negativos. No escribas: ?Alimentarme mejor?. Escribe: ?Comer frutas y vegetales frescos en el almuerzo y en la cena, en lugar de alimentos procesados?. Determina qué necesitas para lograrlo y cómo eliminar de la alacena los alimentos procesados.
4. Prepara una agenda de 21 días, donde anotarás tus logros y tropiezos. Si caes en un bache, analiza por qué.
5. Cambia un hábito o implementa un nuevo comportamiento a la vez. No abarques demasiado, pues esto podría abrumarte y se disminuyen tus posibilidades de éxito.
6. Si fallas o te saltas un día, no lo veas como un fracaso. Simplemente comienza de nuevo desde el primer día. Recuerda: debes seguir el plan durante 21 días consecutivos.
EVITA EL ?CONTAGIO?
Durante esos 21 días es importante que no trates de reclutar a otros para que te acompañen en tu misión; evita contarles tus planes a personas negativas o sarcásticas. Este es tu proyecto. Muchas veces, quienes no pueden lograr sus metas se consuelan pensando que este es un problema que enfrentan todos y podrían tratar de convencerte, ?por tu bien?, de que vas a fracasar. No las escuches y sigue adelante. Es preferible que les muestres el resultado y no el proceso. Al final, lo más positivo de esta experiencia no será solamente el que hayas llegado a tu meta, sino que sabrás, por experiencia propia, que sí puedes transformar tu vida.