Un novedoso estudio revela dónde se ubica y cómo se activa el amor en el cerebro

Los científicos revelaron datos respecto a cómo funciona este sentimiento a nivel cerebral

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Los científicos dicen en que parte del cerebro se activa el amor

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¡Ay el amor! En fechas recientes se dio a conocer un novedoso estudio en el cual se reveló dónde se ubica y cómo se activa el amor en el cerebro. Aquí te explicamos todos los detalles para que la próxima vez que te enamores, tengas una idea de lo que está pasando en tu cuerpo.

Aunque muchas personas afirman que el amor se siente en el corazón, la realidad es que en lenguaje científico, este sentimiento viene desde el cerebro, y el estudio publicado en la revista Cerebral Cortex de la Universidad de Oxford ha identificado las áreas cerebrales específicas que se activan cuando experimentamos diferentes tipos de amor, como el amor hacia los hijos, los amigos o la naturaleza.

En qué parte del cerebro se siente el amor, según los científicos

El estudio mostró que los diferentes tipos de amor activan distintas áreas del cerebro. Estas incluyen los ganglios basales, la línea media frontal, el precuneus (localizado en el lóbulo parietal superior) y la unión temporoparietal hacia la parte posterior del cerebro. Cada tipo de amor involucra una combinación única de estas regiones, con variaciones en la intensidad de la activación.

Los resultados revelaron que el amor más intenso, en términos de actividad cerebral, es el que se siente hacia los hijos. Le sigue el amor romántico hacia la pareja y, en menor medida, el amor hacia los amigos.

El amor en el cerebro

Aseguran que el amor por los hijos se ‘siente’ con más intensidad en el cerebro

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Según Pärttyli Rinne, parte del equipo de investigadores, “el cerebro responde de manera similar al amor interpersonal, pero la intensidad es mayor hacia los hijos y un poco más alta hacia la pareja que hacia los amigos”.

Finalmente, pero no menos importante, el amor hacia las mascotas y la naturaleza activa principalmente el sistema de recompensa y las áreas visuales, sin involucrar tanto las regiones vinculadas a la cognición social. Sin embargo, los científicos afirman que el amor hacia las mascotas puede activar estas áreas si la persona posee un animal de compañía.

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