La respiración es más que una simple función biológica; es un proceso que puede influir significativamente en nuestro estado emocional y físico. Al inhalar, aportamos oxígeno a nuestro cuerpo, esencial para el funcionamiento adecuado de nuestros órganos y células. Por otro lado, al exhalar, eliminamos dióxido de carbono, un subproducto del metabolismo que, en exceso, puede ser perjudicial para nuestra salud.
Respirar con beneficios
Al oxigenar adecuadamente nuestro cuerpo, podemos experimentar múltiples beneficios tanto a nivel físico como mental. Algunos de los más destacados son:
- Mayor vitalidad: Una oxigenación eficiente potencia el funcionamiento de todos nuestros órganos, brindándonos más energía y vitalidad en nuestro día a día.
- Bienestar emocional: La respiración profunda actúa como un calmante natural, reduciendo el estrés y la ansiedad, y favoreciendo un estado de relajación y equilibrio.
La vida es corta, respira profundamente
- Mejor digestión: Al estimular la circulación abdominal, la respiración profunda contribuye a una digestión más eficiente y a una mejor absorción de nutrientes.
- Fortalecimiento del sistema inmunológico: Una adecuada oxigenación refuerza nuestro sistema inmunológico, ayudándonos a combatir enfermedades y a mantenernos saludables.
“Si estás enfrentando una situación estresante, respirar profundamente puede ayudarte a mantener la calma. Practicar la respiración diafragmática con regularidad puede ayudarle a controlar el estrés crónico; hacerte sentir más tranquilo y desarrollar tu resiliencia”, explica Stephanie Turrot.
Momento de sentirte mejor
Al activar el sistema nervioso parasimpático, responsable de la relajación, la respiración profunda disminuye la frecuencia cardíaca, la presión arterial y los niveles de cortisol. Estos cambios fisiológicos se traducen en una mayor sensación de calma y bienestar emocional, aliviando síntomas de ansiedad y depresión.
La buena noticia es que todos podemos aprender a respirar de una manera más efectiva. Aquí te presentamos algunas técnicas simples que pueden ayudarte a mejorar tu respiración:
1. Respiración diafragmática:
Consiste en inhalar profundamente usando el diafragma en lugar de los músculos del pecho. Para practicarla sigue estos pasos:
- Encuentra una posición cómoda, ya sea sentado o acostado.
- Coloca una mano en tu abdomen y la otra en tu pecho.
- Inhala profundamente por la nariz durante 4 segundos, asegurándote de que tu abdomen se expanda y tu pecho permanezca lo más inmóvil posible.
- Exhala lentamente por la boca durante 6 segundos, sintiendo cómo el abdomen se contrae.
- Repite este ejercicio durante 5-10 minutos.
La calma está dentro de ti, solo es cuestión de respirar profundamente
2. Respiración 4-7-8:
Esta técnica es útil para reducir la ansiedad y promover el sueño. Funciona de la siguiente manera:
- Inhala por la nariz contando hasta 4.
- Sostén la respiración contando hasta 7.
- Exhala lentamente por la boca contando hasta 8.
- Repite este ciclo de 4 a 8 veces.
3.Oxinoterapia:
La oxigenoterapia, o terapia con oxígeno, no es solo una tendencia, sino una práctica respaldada por diversos estudios que demuestran sus múltiples beneficios para la salud. Sucede que, al inhalar aire enriquecido con oxígeno ayuda a calmar el sistema nervioso, reduciendo los niveles de estrés y ansiedad de manera efectiva.
El oxígeno adicional revitaliza el cuerpo, proporcionando una inyección de energía que se traduce en un mayor rendimiento físico y mental. Como resultado, al mejorar la oxigenación del cerebro, se potencia la concentración, la memoria y la capacidad cognitiva en general.
Como beneficio adicional, una mejor oxigenación contribuye a un sistema inmunológico más activo y eficiente. Por si fuera poco, puede ayudar a acelerar el metabolismo, favoreciendo la pérdida de peso y la salud metabólica. Actualmente existen bares de oxígeno dentro de spas y centros de bienestar, en la CDMX ofrecen el servicio en Desertika SPA y CabineSpa. En tan solo 30 minutos, podrás darle un reset a tu día.
La respiración es mucho más que un simple acto de supervivencia. Si alguna vez te sientes agobiado o te falta el aire, recuerda que una respiración consciente puede ser la clave para recuperar el equilibro y sentirte mejor.