¿Cuál es el secreto para una vida feliz y satisfactoria? La respuesta está en encontrar tu propósito. Explora diferentes herramientas y técnicas para descubrir tu verdadera vocación, en colaboración con el Instituto de Ciencias de Bienestar Integral de Tecmilenio y su libro Wellbeing 360, te proponemos herramientas y soluciones para tu vida.
¿Para qué estamos aquí?
La vida son momentos, oportunidades, sueños, conquistas, miedos, retos, crecimiento y evolución. Dependiendo de la etapa en que nos encontremos, vamos definiendo prioridades y haciendo elecciones. La vida a veces se pone difícil, pero otras más fluyen con facilidad y gozo, porque caminar por la vida no es algo lineal ni estático.
Aunque cada persona vive su vida a su manera, para todos es una gran oportunidad de no desperdiciarla, de otorgarle un sentido y actuar en consecuencia. A la vida hay que darle un propósito.
De acuerdo con el libro Wellbeing 360, del Instituto de Ciencias del Bienestar Integral de Tecmilenio, Michael Steger, fundador y director del Centro de Significado y Propósito, define el propósito de vida como “la identificación y la persecución de objetivos globales de gran importancia o de muy largo plazo que ayudan a organizar las elecciones y las acciones de la vida. El propósito se sitúa en el ámbito de la motivación orientada al futuro y se considera el elemento más observable y activo del significado. Un elemento clave del propósito es que un buen propósito puede no ser alcanzable: lo que lo hace valioso es la noble búsqueda de un objetivo digno de nuestras vidas”.
Cuando un velero no sabe a qué puerto se dirige, ningún viento es el adecuado
Esa noble búsqueda de un objetivo digno de la que habla Steger es parte de grandes preguntas: ¿para qué estamos aquí?, ¿cuál es nuestro rol en este mundo?, ¿cómo queremos que nos recuerden?
Luis Gutiérrez, Vicerrector Académico de Tecmilenio, señala que el propósito de vida es la postura ante las preguntas más relevantes que nos podemos hacer los seres humanos: “Es el motivo fundamental que impulsa a cumplir metas que apasionan e inspiran. Y no es fijo, se alimenta de lo que estamos viviendo y de nuestra edad”.
En Wellbeing 360 puntualiza: “Para un niño, lo más importante es tener alimento, estar cómodo y sentirse seguro. En la juventud, el propósito de vida está basado en satisfactores sociales o en su idealismo. Después, llega otra etapa donde los satisfactores principales son poder cubrir las necesidades actuales: dar una buena educación a los hijos, dejar un patrimonio, poner una empresa, viajar, comprar una casa. Los adultos jóvenes y de mediana edad buscan satisfacer necesidades a corto plazo o planes a futuro. En la tercera edad, es un elemento de contemplación hacia el pasado y hacia el futuro”.
Beneficios tangibles
Definir un propósito de vida nos lleva por un camino de buena vida y felicidad. Como se cita a Martin Seligman, psicólogo y escritor estadounidense, en el libro Wellbeing 360, “la buena vida consiste en la obtención de la felicidad mediante el uso de nuestras fortalezas todos los días en los principales ámbitos de la vida. La vida significativa añade un componente más: el uso de estas mismas fuerzas de forma que transmita conocimiento, el poder o la bondad. Una vida que hace esto está impregnada de significado”.
Por su parte, la periodista y autora Emily Esfahani Smith, ha descubierto que la gente con un propósito de vida es más feliz que quien no lo tiene: tener un propósito de vida puede hacer toda la diferencia. Esfahani Smith dice que el propósito de vida “es una meta o un principio que organiza la vida, de forma que muchos de tus esfuerzos se orientan a cumplirlo. Implica contribuir a la humanidad utilizando nuestras fortalezas. No siempre tiene que ver con una vocación, un llamado”.
¿Te gustaría tener un prpósito? Mira estos beneficios que te harán reflexionar y trazar uno:
- Aumenta la longevidad. En promedio, las personas viven siete años más que quienes no lo tienen.
- Mejora la salud física y mental. Tener un objetivo a largo o mediano plazo hace que las personas se preocupen por cuidar su cuerpo y su salud mental para poder hacer lo que quieren en el futuro. Al mismo tiempo, disminuye la depresión. Esto se explica porque una de las causas de la depresión es la falta de sentido en la vida.
- Mejora las relaciones personales. Cuando sabemos lo que buscamos y cómo podemos poner nuestras fortalezas al servicio de las personas, se mejora la calidad de la relación que tenemos con los demás.
- Permite entender cuál es nuestro rol en este mundo. Redefine nuestra posición en el mundo y cómo podemos hacerlo mejor.
- Incrementa el sentido de pertenencia. Es la relación en la que sientes valoración por lo que eres y valoras a las otras personas por lo que son. No se basa en tu apariencia física, creencias, logros profesionales o afiliaciones, sino en el amor.
- Genera involucramiento. Para conseguir mayor involucramiento de los colaboradores, ellos tienen que sentir que lo que hacen tiene mucho que ver con su propósito de vida. Lo bueno y lo mejor del trabajo significativo: engagement y flow.
¿Cómo elaborar tu propósito de vida?
Si este es tu primer acercamiento a lo que significa una vida con propósito, seguramente te preguntarás cómo elaborar dicho propósito; si se agrupa a partir de varias metas u objetivos, si caduca, si cambia, si se puede adaptar a las diferentes situaciones que vas a viviendo. Para Tecmilenio, hay que seguir cuatro principios:
- Integridad. No sólo con la vida profesional o espiritual, con el cuerpo o con las relaciones personales. El propósito tiene que tocar tu vida por completo, ser algo que puedas llevar al trabajo, a la casa, a los amigos, a donde te muevas.
- Autonomía. No es lo que quieren los papás para sus hijos o viceversa. Es una decisión propia.
- Perseverancia. Si tropezamos 200 veces, el propósito hará que valga la pena levantarse las que haga falta. Es un motor, es pensar que vale la pena sortear los obstáculos que se presentarán.
- Trascendencia. ¿Cómo contribuye este propósito a la sociedad?
Ahora bien, para describir tu propósito, lo primero que debes hacer es:
- Definir tus valores, aquello en lo que crees.
- Hacer aquello que haces muy bien, que te sale natural y que podrías ofrecer a los demás.
- Definir la causa por la cual estarías dispuesto a luchar.
Los expertos de Tecmilenio sugieren que te des tiempo de escribirlo, primero considerando los cuatro principios y, después, como una frase inspiradora que te dé orgullo decirle a los demás. Esta es tu declaración de propósito; al hacerlo, tu cerebro lo recordará y le dará una emoción positiva.
El significado y el propósito de la vida son la forma en que podemos convertir las experiencias en algo que le dé sentido. Como señala Mark Zuckerberg: “sabemos lo que hay que hacer, pero nos pasamos la vida pensando que alguien más lo va a hacer por nosotros. Y es el propósito de vida lo que nos impulsa hacia el futuro”.