Es bien sabido por gran parte de la población, tanto oriental como occidental, que el yoga forma parte de las disciplinas más relajantes y beneficiosas para la salud física y mental. Sin embargo, es por pocos sabido que esta práctica no cuenta con una metodología para llevarse a cabo, sino que existe más de una decena de variantes, todas benéficas por igual.
Una de las subdivisiones del yoga es el Hatha, la cual es ideal para principiantes, pero también para quienes ya se encuentran experimentando una edad madura y que por lo tanto han perdido un poco de reflexividad y resistencia.
La designación “Hatha” puede interpretarse de varias maneras, tomando en cuenta la etimología del término, pudiendo traducirse literalmente como “forzado”, pues el verbo haṭh significa ‘violentar’, ‘oprimir’ o ‘atar a un poste’. Aunque, los practicantes de este tipo de método lo traduce como ‘yoga vigoroso’.
¿Qué es el Hatha yoga?
El hatha yoga es un tipo de yoga conocido por su práctica de asanas, es decir de secuencias de posturas corporales que aportan a los músculos firmeza y elasticidad, y de la pranaiama, movimientos conocidos por su aporte favorable en el control de la respiración.
La mayor ventaja de este tipo de yoga es que no requieres de experiencia previa, ni de conocimientos especializados en la disciplina. Además de que sus posturas son fáciles de realizar y se encuentran basadas en la alineación del cuerpo.
También, cabe mencionar que el hatha incluye en sus principios varias técnicas psicofisiológicas, además de las posturas de alargamiento. Por ejemplo: los gestos psíquicos, las llaves energéticas, los ejercicios respiratorios y de purificación interna.
¿Por qué practicar Hatha yoga después de los 40?
Poner en práctica las técnicas del Hatha durante una edad madura traerá como beneficio el aumento de tu fuerza y resistencia, ya que, por medio del mantenimiento continuo de las posturas y su respectiva transición, podrás adquirir una mayor conciencia de tu movilidad y establecer una mejor conexión entre tu cuerpo y tu mente, lo cual a largo plazo te permitirá realizar todo tipo de actividad física con mayor facilidad.
También practicar esta variación del yoga disminuye la fatiga, al igual que el yoga general, sólo que de manera más sencilla. Esto gracias a la relación que tiene con el manejo de la respiración, la inducción a la meditación y su subsecuente alineación de los campos energéticos, como los chakras.
Por último, poner en práctica este tipo de movimientos te ayudará a mejorar tu función cerebral de forma inmediata, debido al esfuerzo neuronal que requiere para mantener conectados los movimientos con el cuerpo y la respiración rítmica, lo cual a largo plazo facilita otros procesos cognitivos que soliciten una rápida respuesta al estímulo.
