¿Lavar los platos?, ¿hacer esa llamada importante? No todas las tareas del día nos producirán felicidad, pero procrastinar pendientes puede afectar nuestro estado de ánimo. En un dos por tres (método 123 y otros más), aprenderás cómo dejar de desidia con un sencillo método.
En la era actual, donde las distracciones y las demandas de la vida cotidiana parecen estar en constante aumento, la procrastinación se ha convertido en un problema común para muchas personas. La procrastinación, o la tendencia a posponer las tareas importantes en favor de actividades menos urgentes, pero más placenteras, puede tener consecuencias negativas en nuestra productividad, bienestar emocional y éxito en general.
¿Por qué procastinamos?
La procrastinación es un problema común, pero no tiene por qué controlarte. Al identificar sus causas, te será más sencillo superar los pretextos para cumplir con tus pendientes del día. Descubre qué te hace procrastinar:
- Autoconocimiento: Reflexiona sobre las tareas que sueles posponer. ¿Qué tienen en común? ¿Cuándo y dónde sueles procrastinar?
- Factores personales: ¿Te falta motivación o autoconfianza para enfrentar las tareas? ¿Eres perfeccionista o te distraes con facilidad?
- Entorno: ¿Las distracciones (como el teléfono o las redes sociales) te impiden concentrarte? ¿Sientes presión por parte de tu familia o amigos para terminar las tareas?
- Tareas: ¿Las tareas te parecen demasiado difíciles o complejas? ¿Te falta información o recursos para completarlas?
Método 123
¿Llevas minutos pensando en hacer o no ese pendiente? Me ha pasado y, mientras veía videos cortos en mi celular, me topé con un truco sencillo para dejar de procastinar. El creador de contenido lo titulo como método 123.
La técnica es una supersencilla y sorprendentemente efectiva. Cuenta hasta tres, y haz lo que sabes que debes hacer. ¡Así de fácil! Esto te ayuda a romper la inercia y enfrentar las tareas que normalmente se pospondrían, sobre todo las más cotidianas: lavar los platos, tender la cama o sacar a pasear al perro. Dejas de sobrepensar y comienzas a actuar.
Al buscar más información, no di con más información de la técnica, pero me topé con otro truco útil que se puede sumar al anterior: la técnica pomodoro. Te la resumo para que lo leas ahora mismo y la apliques hoy mismo:
¿Cómo funciona?
- Elige tu víctima: Identifica esa tarea que te da pereza o te genera miedo al fracaso. ¡Es hora de enfrentarla!
- Pon el reloj en marcha: Usa un temporizador o una app para elegir en cuánto tiempo la vas a terminar. De 5 minutos a 1 hora, tu sabes qué tan complejo es tu pendiente.
- ¡Actúa! Cuando el tiempo empiece a correr, ¡empieza la tarea! No pienses, solo haz.
- Sin distracciones: El tiempo se acaba, ¡no te detengas! Completa la tarea antes de que la alarma suene. Nada de contestar un mensaje, lo harás cuanto termines tus pendientes.
- Analiza y ajusta: ¿Funcionó? Ajusta el tiempo o la técnica para la próxima vez.
Recomendaciones para combatir la desidia
¿Cansado de posponer las cosas? Pon a prueba las recomendaciones de la técnica GTD (Getting Things Done):
- Cambia el chip: “Quiero” en lugar de “tengo que": Olvídate del “tengo que hacer esto” y piensa en el “quiero hacerlo”. Verás cómo las tareas se vuelven más atractivas y motivadoras. (Funciona hasta para hacer dieta).
- No busques la perfección, solo la grandeza: Avanza con tus tareas sin obsesionarte con los detalles. La perfección es enemiga del progreso. ¡Enfócate en la grandeza y sigue adelante!
- Organización y planificación: ¡tus aliadas! Piensa antes de actuar. Haz una lista y establece prioridades. Comienza con lo más difícil primero. ¡Verás cómo la procrastinación se va esfumando!
- Conéctate con tus objetivos y crea estrategias: Identifica tus patrones, medita, controla tus pensamientos y crea estrategias para vencer esos malos hábitos. ¡Tú puedes!
- ¡Empieza hoy mismo! Pruébalo desde ahora mismo. No esperes más, pon en práctica estos consejos y verás cómo la desidia deja de ser un problema.
No pierdas ni un segundo pensando: ¡podré hacerlo! Cuenta 123 y acaba con ese pendiente que te pesa en la cabeza y has ido posponiendo. Dale un enfoque consciente y proactivo a tu día, supera la desidia y la postergación, y comenzar a vivir una vida más plena y satisfactoria.