Muchas personas optan por partir sus pastillas para facilitar su ingesta, especialmente cuando son demasiado grandes o difíciles de tragar. Sin embargo, según el médico y divulgador español Fernando Fabiani, esta práctica puede alterar la efectividad del medicamento e incluso provocar efectos no deseados. A continuación, te explicamos por qué no siempre es recomendable hacerlo y qué alternativas existen.
Los riesgos de partir las pastillas de medicamento
Fernando Fabiani advierte que no todas las pastillas están diseñadas para ser divididas. De hecho, muchos medicamentos cuentan con un recubrimiento especial que cumple funciones clave, como proteger el estómago, garantizar la absorción adecuada o liberar el principio activo de manera controlada. Al partir una pastilla sin la debida precaución, se corre el riesgo de alterar estos mecanismos y reducir la efectividad del tratamiento.
Algunos medicamentos tienen una capa protectora que evita que el principio activo se descomponga en el estómago, permitiendo que llegue intacto al intestino para su correcta absorción. Cuando se parte la pastilla, esta protección se pierde, afectando la eficacia del fármaco e incluso causando irritación gástrica.
Además, ciertas tabletas están diseñadas para liberar su contenido de manera gradual. Partirlas podría provocar que el medicamento se libere demasiado rápido en el organismo, lo que podría generar efectos secundarios o una disminución prematura de su efecto terapéutico.
Cómo saber si se puede partir una pastilla
Si bien algunos medicamentos pueden dividirse sin problemas, es fundamental verificar si la pastilla cuenta con una ranura central, ya que esta suele indicar que el laboratorio la diseñó para ser partida sin afectar su eficacia. No obstante, esto no es una regla general, por lo que siempre es recomendable revisar el prospecto del medicamento o consultar con un profesional de la salud antes de hacerlo.
Otra señal de alerta es el tipo de recubrimiento de la pastilla. Si tiene una capa brillante o una película protectora, es probable que partirla altere su funcionamiento. Asimismo, los comprimidos con tecnología de liberación prolongada o de absorción específica en el tracto digestivo no deben ser divididos.
Alternativas para quienes tienen dificultades para tragar pastillas
Para las personas que encuentran difícil tragar las pastillas enteras, existen algunas soluciones seguras:
- Pedir una versión líquida del medicamento. Muchos fármacos cuentan con presentaciones en jarabe o suspensión.
- Usar un cortador de pastillas. Si el medicamento puede dividirse, utilizar un dispositivo especializado ayudará a obtener mitades más precisas.
- Consultar con el médico sobre alternativas. Existen opciones como cápsulas más pequeñas, comprimidos dispersables o incluso parches transdérmicos.
En conclusión, aunque partir una pastilla puede parecer una solución sencilla, hacerlo sin precaución puede comprometer la seguridad y eficacia del medicamento. Lo mejor es siempre consultar con un profesional de la salud antes de modificar la forma en que se administra un fármaco.