¿Buscas una forma de reducir el estrés, mejorar tu concentración y aumentar tu bienestar general? El mindfulness podría ser la respuesta. Esta práctica milenaria, respaldada por la ciencia, te ayudará a vivir más presente y conectado contigo mismo. Aquí te mostramos los beneficios científicos que respaldan esta antigua técnica y te mostramos 4 sencillas prácticas para incorporar la atención plena a tu vida diaria.
Loa beneficios del mindfulness
Masaya Okamoto, especialista en mindfulness e investigador del Instituto de Ciencias del Bienestar Integral de la Universidad Tecmilenio afirma que “se trata de una cualidad de la conciencia que consiste en desarrollar la atención en el momento presente, ser consciente de todo lo que sucede en el interior y en el exterior. Ser consciente de la respiración, del cuerpo, de la mente y de la ley de la naturaleza. Observar claramente: purificar nuestra percepción, y regresar al momento presente tantas veces como sea necesario y con una atención de calidad”.
Y los beneficios son tangibles. Investigaciones realizadas en la Universidad de Harvard han demostrado que la práctica de mindfulness aumenta el tamaño del hipocampo, que reduce las reacciones de enojo y agresión. Además, los tratamientos basados en la atención plena pueden reducir la presión arterial, mejorar el sueño y sobrellevar el dolor.
En resumen, el bienestar es un estado que se puede alcanzar con la atención plena. Considérala en tu día a día, integrándola poco a poco a tu rutina y verás que su práctica te llevará a mejorar tu salud física y mental, potenciar tu memoria, atención y claridad mental, y aumentar la productividad, entre otros beneficios.
El mindfulness es la conciencia que surge de prestar atención a propósito en el momento presente y sin juzgar a las experiencias que se despliegan en cada momento
4 prácticas breves de atención plena
Para los que trabajan a ritmo acelerado: Integra micro-pausas de mindfulness durante tu jornada laboral. Dedica unos minutos a respirar profundamente y observar tus sensaciones corporales. Esto te ayudará a reducir el estrés y mejorar tu productividad.
- Siente tu respiración: Cierra los ojos y haz 10 respiraciones profundas, contando cada una de ellas en silencio y prestando atención a lo que sientes al inhalar y exhalar.
- Enfócate en lo positivo de alguien más: Siéntate de manera cómoda y cierra los ojos. Trae a tu mente un amigo o un familiar y piensa en cosas que admires o que te gusten de esa persona. Puedes hacer lo mismo con personas con las que te resulta difícil tratar.
- Identifica tu mal humor: Si sientes que estás de mal ánimo antes de un evento, es momento para hacer una retrospección. ¿Qué emoción o idea te genera enojo?
- Identifica tus valores: Pregúntate qué es lo más importante para ti y cómo puedes encontrar formas viables de ponerlo en práctica.
Los beneficios del mindfulness son numerosos y pueden transformar tu vida de manera positiva. Incorporar prácticas de atención plena en tu rutina diaria te permitirá cultivar una mayor conciencia de ti mismo y de tu entorno, reduciendo el estrés, mejorando tu concentración y aumentando tu bienestar general.
Sé paciente contigo mismo y disfruta del proceso. Comienza con pequeñas sesiones de meditación guiada y gradualmente aumenta la duración de tus prácticas. Explora diferentes técnicas y encuentra las que mejor se adapten a tus necesidades y preferencias.