¿Te gustan estos alimentos? En fechas recientes se ha informado que el colorante rojo 3, conocido como eritrosina, un aditivo ampliamente utilizado en México para dar a los alimentos y bebidas un color vibrante y atractivo, especialmente en productos con sabores frutales como fresa, cereza y frambuesa, podría ser dañino para la salud si se abusa de su consumo.
Según dio a conocer el medio Infobae, este colorante ha sido prohibido en Estados Unidos por la Administración de Alimentos y Medicamentos debido a posibles riesgos para la salud. En México, es común encontrar eritrosina en una variedad de productos.
Alimentos con colorante rojo 3, prohibido en Estados Unidos
- Dulces: gomitas, caramelos, chicles y pastillas con sabores a frutos rojos.
- Bebidas procesadas: jugos, gaseosas, polvos para preparar bebidas y algunos licores.
- Productos horneados: pasteles, galletas y panes decorados con glaseados o detalles rojos.
- Snacks y frituras: especialmente aquellos de sabores dulces o frutales.
- Productos cárnicos procesados: algunos patés y alimentos marinos procesados.
De acuerdo con el medio citado, el uso de eritrosina ha sido objeto de controversia debido a estudios que relacionan este colorante con posibles riesgos para la salud, como alteraciones cognitivas, problemas de comportamiento y, en algunos casos, un posible vínculo con el desarrollo de tumores malignos. Aunque en México su uso está regulado por la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris), muchos consumidores desconocen los riesgos asociados.
Cómo identificarlo el colorante rojo, eritrosina, en las etiquetas
Para saber si un producto contiene eritrosina, revisa la lista de ingredientes. Puede aparecer como: Rojo 3, Rojo 14, Rojo 32 o E-127.
Si bien la Cofepris permite su uso en cantidades específicas, expertos recomiendan moderar el consumo de alimentos con este colorante, especialmente en niños. Además, optar por productos naturales o revisar las etiquetas es una excelente forma de proteger tu salud y la de tu familia.
¿Te animas a revisar tus alimentos antes de consumirlos? ¡Tu cuerpo te lo agradecerá!