Lady Di es el personaje más popular dentro de la realeza europea, sobre todo, por su cálida personalidad, además de sus looks. Sin embargo, también fue, probablemente, la primera royal en exponer públicamente sus problemas de salud mental, con los que tuvo que lidiar por bastante tiempo.
¿Qué problemas de salud mental llegó a padecer Lady Di?
La fallecida princesa de Gales alzó la voz sobre su bienestar emocional y los problemas que llegó a afrontar por ello, desde depresión y ansiedad, hasta la bulimia. Aunque en ese entonces, lejos de ser tratados y visibilizados como lo son ahora, eran considerados un tabú y tratados con secretismo.
La misma Diana confesó a su biógrafo, Andrew Morton, y después al periodista Martin Bashir en la polémica entrevista que dio a la BBC en 1995, que padeció bulimia en los inicios de su matrimonio con Carlos.
También, en el documental Diana: en sus propias palabras, se dieron a conocer audios y entrevistas inéditas en las que la ‘princesa del pueblo’ aceptaba este problema alimenticio, derivado de la presión y soledad que sentía.
“La bulimia comenzó una semana antes del compromiso. Mi marido (Carlos) puso una mano en mi cintura y dijo: ‘Un poco gordita por aquí ¿verdad?’. Eso provocó algo en mí”, según un audio.
La soledad y depresión que vivía la princesa Diana
Sin embargo, esto no fue lo único que expuso la madre de William y Harry de manera pública, pues también reveló en una ocasión que se había intentado cortar las venas ante la falta de atención por parte de su esposo, e incluso contó cómo se tiró por las escaleras cuando se encontraba embarazada de su primer hijo, a raíz de la depresión.
También, se sabe por personas y doctores que la llegaron a tratar, que la Familia Real llegó a catalogar a Lady Di de ‘loca’ y que los expertos a su alrededor tenían muy poco entendimiento sobre las enfermedades de este tipo.
Por ejemplo, en una carta escrita en 1983 por el doctor Alan McGlashan y revelada por el Daily Mail, se lee que la princesa fue tratada “por un ejército de médicos”, que estaban “asustados” y “sobrepasados” por los síntomas que llegó a presentar.
En la misma emisiva, el Dr. McGladesh expone que tenía sueños recurrentes con gigantes monstruos marinos y que, por lo mismo, Diana de Gales fue tratada con “antidepresivos, pastillas para dormir y técnicas de comportamiento”.
Además, añadió que había llegado a la conclusión de que “es una chica normal cuyos problemas eran emocionales, no patológicos. Sus médicos la habían tratado como una paciente con una oscura y peligrosa enfermedad”, según lo que se lee en la carta.