El buen tiempo ya se instaló en la ciudad. La ropa ligera, los lentes, sombreros y accesorios primaverales están por todos lados. Y ni qué decir de las coloridas jacarandas y otras flores que pintan el paisaje, ¡todo es vibrante y soleado! Una de las temporadas más bonitas del año sin dudarlo.
Si bien muchas de nosotras brindamos por eso –con una bebida refrescante en mano en alguna terraza, si tenemos oportunidad–, para otras tantas personas esta época se vuelve todo un desafío, porque aparecen, prácticamente de la noche a la mañana, sus alergias. Hablamos particularmente de la rinitis alérgica, esa molesta condición inflamatoria de la mucosa nasal que ocasiona síntomas como congestión, estornudos, picazón en la nariz y escurrimiento..
Año con año, las personas con rinitis alérgica tienen que echar mano de remedios y cuidados para hacerle frente a la primavera. Y eso, en verdad, no es algo para nada agradable.
“Sobrevivir” a la temporada de polinización y al cambio climático
La explosión de los síntomas de la rinitis alérgica se debe a la temporada de polinización -que con el cambio climático incluso se ha anticipado y prolongado-, ya que el polen es considerado un alérgeno, es decir, una sustancia que ocasiona reacciones fuera de lo normal en personas que son susceptibles, que es a lo que se conoce como alergia.
Pero, ¿hay algo que se pueda hacer para evitar que los síntomas no sean tan intensos y molestos o es una “condena” estacional? Afortunadamente sí hay mucho por hacer, como reducir la exposición al polen manteniendo las ventanas cerradas en casa y en el coche; utilizar un purificador en casa para eliminar los alérgenos del aire; limpiar frecuentemente todas las habitaciones de la casa, para impedir que el polvo se acumule; usar cubrebocas para evitar inhalar el polen que vuela con el viento; usar gafas de sol para proteger los ojos el polen y polvo, y no hacer actividades al aire libre en días con mucho aire.
Además de estas medidas básicas, algo que ayuda mucho a frenar las alergias es la higiene nasal. La forma óptima para llevar a cabo este lavado diario es con una solución de agua de mar, como Stérimar, un auxiliar que se aplica en cada fosa nasal para fortalecer y humedecer los conductos nasales. Esto ayuda a que los síntomas de la rinitis alérgica desaparezcan y puedas volver a respirar con normalidad.
Stérimar puede ser usado por toda la familia, así que si en casa las alergias ya le están haciendo la vida imposible a chicos o grandes, no tardes más en incluir este hábito saludable, verás que el impacto en el bienestar general es significativo.
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