El problema de la contaminación por microplásticos no solo afecta a los océanos y ecosistemas, sino también a nuestra dieta diaria. Estos diminutos fragmentos de plástico, de menos de 5 milímetros, han sido encontrados en diversos alimentos comunes, lo que plantea serias preocupaciones sobre su impacto en la salud humana.
Según un estudio de la Universidad de Newcastle, una persona promedio podría estar ingiriendo hasta 5 gramos de microplásticos a la semana, el equivalente a una tarjeta de crédito. Pero, ¿en qué alimentos están presentes?
Agua embotellada y del grifo
Un informe de Orb Media reveló que el 93% del agua embotellada analizada contenía microplásticos. Aunque el agua del grifo también puede estar contaminada, suele presentar niveles más bajos de estas partículas.
Mariscos y pescados
Los microplásticos presentes en los océanos son ingeridos por peces y mariscos. Estudios de la Environmental Science & Technology encontraron partículas de plástico en mejillones, camarones y pescados, especialmente en sus sistemas digestivos, que a menudo son consumidos por humanos.
Sal de mesa
Un análisis identificó microplásticos en el 90% de las muestras de sal de mesa de diferentes países. Las sales marinas tienden a tener mayor concentración debido a su origen en cuerpos de agua contaminados.
Alimentos procesados
Según información compartida por El Clarin, los envases de plástico pueden liberar partículas microscópicas en los alimentos, especialmente si están expuestos al calor o almacenados por largos periodos. Esto afecta productos como pastas, arroces y snacks en bolsas de plástico.
Frutas y verduras
Investigaciones recientes del Journal of Environmental Research muestran que cultivos como zanahorias, lechugas y manzanas pueden contener microplásticos absorbidos del suelo o del agua contaminada utilizada para su riego.
¿Qué riesgos implican los microplásticos para la salud ?
Aunque se necesita más investigación para determinar el impacto exacto en la salud, los microplásticos podrían alterar el sistema endocrino y causar inflamación en el organismo, según el World Health Organization.
Reducir el consumo de plásticos y optar por alimentos orgánicos y agua filtrada son pasos clave para minimizar esta exposición.