Esta condición jamás la debes tomar a la ligera. Puedes restarle importancia, justificarla en nombre del ‘amor’ o incluso ignorarla, lo que no podrás omitir son sus consecuencias, la codependencia afecta el modo en el que te relacionas con los demás y contigo misma y, por ende, tus oportunidades de alcanzar la plenitud emocional, psicológica, sexual y económica que te mereces.
Si crees que la codependencia sólo afecta las relaciones románticas, entonces es buen momento para recordar que la calidad de nuestros vínculos es parte fundamental de la de nuestra vida en general. Las personas codependientes son más propensas a caer en extremos poco saludables en todas las áreas, no sólo con la pareja, sino con la familia y amigos, en el trabajo, en el autocuidado, en la sexualidad, entre otras.
Y es que ser codependiente significa que no nos sentimos capaces ni merecedoras de cuidar de nosotras mismas, influye en nuestra autonomía y eso se manifiesta con síntomas que pueden ser discretos, pero que van creciendo como bolas de nieve hasta que finalmente explotan en forma de abuso, adicciones, trastornos mentales, familias rotas, emprendimientos que fracasan, metas que nunca se alcanzan y otras más.
Así es como afecta la codependencia
Éstas son las cinco maneras más comunes en que la codependencia puede afectarte.
- Pierdes tu identidad
Una de sus características de la codependencia es que siempre necesitamos la validación o el ‘permiso’ de alguien más para realizar o dejar de hacer las cosas, al grado de que darle gusto al otro o tratar de controlarlo se vuelve más importante que disfrutar nuestra propia vida. Si no retomas tu autonomía puede llegar el punto en que ya no sepas quién eres ni qué quieres en realidad. - Vives en una mentira
Quienes lidian con esta condición casi siempre interpretan el mundo a través de historias que se repiten a sí mismos, en las que siempre son las víctimas o los héroes y todo es blanco o negro, sin matices. Estas narrativas les sirven para justificar todas sus acciones, así sean chantajistas y manipuladoras, pero además los llenan de impotencia porque terminan convencidos de que no pueden actuar de modo diferente. - Pones en riesgo tu integridad
La codependencia es un camino directo a hacer cosas que en el fondo no queremos y no son saludables, pero sobre todo a permitir que otras personas abusen de nosotros de múltiples maneras, ya que no nos sentimos capaces de poner límites, y por eso terminamos pensando que situaciones inaceptables, como el maltrato psicológico en la pareja, son normales. - A menudo te autosaboteas
Al aferrarte desde el miedo a las relaciones tóxicas o zonas de confort impides que experiencias mejores enriquezcan tu vida, ya sea una nueva pareja o un estilo de vida que te permita cultivar tus verdaderos intereses. En el caso de la codependencia sexual, dos personas tienen un vínculo demasiado intenso y no necesariamente saludable que las lleva a regresar una y otra vez. - Desperdicias tu vida
Muchos pacientes codependientes de poco más de 30 años llegan a mi consultorio con la misma sensación, sienten que han desperdiciado su vida entera por querer darle gusto a los demás o cumplir expectativas que ni siquiera eran las suyas. El proceso de reconstruir una identidad y un plan de vida es más complicado mientras más tardemos en admitir y solucionar el problema.
¿Qué hacer si estás atrapada en una relación de codependencia?
En primer lugar, necesitas identificar qué tipo de codependencia es la que predomina en tu manera de ser y en tus relaciones para que ataques el problema de raíz. Si se basa en la falsa creencia de que no puedes hacerte cargo de ti misma, el mejor modo de cambiar eso será ir dando pequeños pasos de autonomía con los que te sientas segura e ir avanzando poco a poco hasta tu meta de independizarte.
Si estás en medio de una dinámica de dependencia sexual, es necesario averiguar de dónde viene ese impulso pasional que no tiene que ver con el amor, sino más bien con heridas de infancia, como abandono o rechazo.
Asistir a terapia es un excelente primer paso para identificar tus patrones codependientes y ponerles un alto antes de que las consecuencias sean más graves. También puedes hacer una lista de todas las situaciones negativas que te ha traído la codependencia y buscar acciones realistas, inmediatas y alcanzables para ir cambiando esas actitudes.
¿De dónde proviene la codependencia?
La codependencia está ligada a las heridas de la infancia que no hemos sanado. Una excelente manera de superar éste y otros patrones de autosabotaje es iniciar un proceso de rescate terapéutico de nuestro niño interior. El libro Sanar desde la infancia (Amazon) es una herramienta de apoyo.
¿Si no sabes si es amor o codependencia? Es probable que estés atrapada en una relación que no mereces e, incluso, que repliques patrones negativos en