La psicología positiva ha irrumpido en el panorama psicológico con un mensaje esperanzador: enfocarse en lo positivo para alcanzar la felicidad. Sin embargo, como cualquier campo de estudio, no está exento de errores o simplificaciones excesivas. Por eso te enlistamos los errores comunes y cómo estos pueden llevar a una visión distorsionada de la felicidad.
La psicología positiva se ha convertido en un campo cada vez más influyente en los últimos años, ofreciendo enfoques prácticos para mejorar el bienestar y la satisfacción con la vida. Sin embargo, a medida que esta disciplina ha crecido en popularidad, también han surgido una serie de mitos y malentendidos que pueden afectar negativamente nuestra búsqueda de nuestro bienestar.
Psicología positiva: fundamentos
La psicología positiva se centra en el estudio de las experiencias, rasgos y características positivas que permiten a individuos, comunidades y sociedades prosperar y alcanzar una vida plena. Se caracteriza por:
- Hacer énfasis en fortalezas y virtudes: La psicología positiva se orienta a identificar y cultivar las fortalezas, virtudes y capacidades únicas de cada persona.
- Emociones positivas y bienestar: Se centra en el estudio de emociones positivas como la alegría, el optimismo, la gratitud y el humor, y reflexiona en cómo estas contribuyen al bienestar psicológico, la resiliencia y la capacidad para afrontar desafíos.
- Fomentar la prosperidad: Se enfoca en ayudar a las personas a alcanzar su máximo potencial y vivir una vida plena y significativa.
- Más allá de la patología: La psicología positiva amplía la perspectiva hacia la comprensión de aquello que permite el florecimiento humano en general.
¿Positividad tóxica? Mitos comunes
Algunos de los principales mitos de la psicología positiva que pueden afectar negativamente tu felicidad son:
Minimizar los problemas reales:
El enfoque en las emociones positivas y las fortalezas puede llevar a trivializar o subestimar problemas serios de salud mental como el trauma, el estrés crónico o los trastornos psicológicos. La psicología positiva debe ser consciente de estos desafíos y ofrecer herramientas complementarias para afrontarlos, no solo estrategias para “pensar positivo”.
¿Hay emociones buenas y malas?
La psicología positiva a veces promueve una visión dicotómica de las emociones, clasificándolas como “buenas” o “malas”. En realidad, todas las emociones, incluso las negativas como la tristeza, la ira o la frustración, cumplen funciones importantes y nos proporcionan información valiosa sobre nosotros mismos y nuestro entorno. Negar o reprimir estas emociones puede generar malestar y dificultar la resolución de problemas.
Exagerar el poder de la positividad:
Algunas afirmaciones dentro de la psicología positiva sobreestiman el poder de las emociones positivas para curar enfermedades, modificar el genoma o controlar el destino. Es importante mantener un discurso basado en evidencia científica sólida y evitar generar expectativas poco realistas.
Si bien la psicología positiva es una herramienta valiosa, pero no la única ni la más importante para la felicidad. Desmitificarla y entender que la felicidad es un viaje en constante evolución, que depende de múltiples factores y que incluye también emociones negativas, es clave para transitar este camino de manera realista y saludable.