La envidia es un sentimiento que ha estado presente en algún momento de nuestra vida y, aunque se tenga la creencia de que es malo sentirla, la verdad es que aprender a identificarla y a sanarla es más fácil de lo que crees.
Por definición, la envidia es un sentimiento de tristeza o enojo que experimenta la persona que no tiene o desearía tener para sí sola algo que otra posee, o en pocas palabras, desear hacer o tener lo que la otra persona tiene.
¿Cómo identificar si sientes envidia?
Podemos identificarla si aprendemos a conocer nuestras emociones y sentimientos. Por ejemplo, cuando comienzas a compararte a ti mismo con los demás en términos de logros, posesiones, cualidades o características, probablemente sea el momento en el que la envidia pueda aflorar en tu interior.
Esto surge porque sentimos que alguien tiene algo que nosotros deseamos y que no hemos conseguido, provocándonos malestar o insatisfacción.
Lo importante es que reconozcas y trabajes en esos sentimientos de ira, celos o enojo provocados por esa insatisfección, y para ello, te dejamos estos puntos clave que pueden ayudarte a sanar.
- Reconoce que tienes envidia.
Es muy importante que seas consciente y que aceptes cuando surja en ti ese sentimiento de envidia. Pero no sientas culpa por experimentarla, recuerda que es normal y a todos nos llega a pasar. - Deja de compararte con los demás y empatiza con su esfuerzo
Una vez que lo reconozcas, lo primero que debes hacer es dejar de compararte con los demás. Cada quien tiene oportunidades o circunstancias distintas que nos permiten (o no) desarrollarnos. Mejor empatiza y ponte a pensar en todo el esfuerzo que esa persona hizo para tener éxito. - Alégrate por los demás.
Este punto solo puedes lograrlo si ya hiciste lo anterior, pues si eres consciente del esfuerzo de las otras personas para alcanzar sus logros, podrás celebrarlos como si fuesen tuyos y alegrarte porque lograron alguna meta. Con ello, tu negatividad disminuirá y tu frustración y rabia también. - Trabaja para ti y valórate.
Contrario a lo que se piensa, una persona puede llegar a ser envidiosa porque en realidad piensa primero en los otros antes que en sí misma. Por eso, es esencial encontrar nuestra propia motivación y hacer lo que en verdad nos gusta o apasiona; porque así ya no será necesario buscar el reconocimiento de los demás y por ende, te sentirás feliz, pleno y realizado por hacer lo que amas.