El trabajo, el cuidado de la familia y la atención a compromisos sociales muchas veces vuelve a la rutina un constante ciclo de estrés, lo que a largo plazo puede hacernos sentir despersonalizadas y dejarnos sin ánimos de implementar nuevos proyectos que nos brinden satisfacción personal.
Para contrarrestar este tipo de efectos desfavorables para la salud mental, periódicamente es necesario establecer métodos de descanso y tomar un día exclusivamente para la relajación, por lo que aquí en VANIDADES te sugerimos tomar tu agenda y señalar a uno de tus días libres para dedicartelo a ti misma.
Si después de decidir cuál será el día que en el que te llenarás de mimos, aún te hacen falta ideas para regalarte esos instantes de relajación que tanto anhelas, te presentamos 5 sencillos pasos para integrarlos al itinerario de tu “día de spa”.
Toma un baño largo con agua tibia
Si bien, tomar una ducha forma parte de la rutina diaria, con fines de higiene, muchas veces olvidamos el poder relajante que puede representar este momento del día, por lo que de vez en cuando es preciso meterte a la regadera y permanecer en ella por más tiempo de lo habitual, para sentir el poder relajante del agua cayendo sobre tu cuerpo.
Para potenciar el efecto relajante de este ritual puedes untar sobre tu cuerpo alguna loción con tu esencia favorita y poner un par de canciones que te inciten a sentir felicidad.
Colócate una mascarilla
Después de la ducha, o baño en tina, puedes aprovechar para aplicar cuidados a tu rostro, por medio de la mascarilla de tu preferencia y que se acote a las necesidades de tu piel. En caso de que necesites exfoliar naturalmente tu dermis, puedes optar por mascarillas de arcilla verde, o bien, si lo que tu piel necesita es hidratación, puedes optar por colocarte una mascarilla hidroplastica.
Humectante
Otro paso que idealmente debe seguirse todos los días es la humectación facial y corporal. Sin embargo, para tu día de “spa” no deberás aplicar tus cremas como cotidianamente lo haces, sino que, tomándote tu tiempo, deberás aplicar con conciencia el líquido humectante sobre cada uno de los puntos donde hayas sentido dolor a causa de la acumulación de estrés y deberás dar suaves masajes sobre esas partes estratégicas, para al final sentir un total alivio físico.
Prepara tu ambiente
Mientras llevas a cabo todos estos pasos no está de más prender un par de velas aromáticas, o si lo prefieres un par de inciensos que desprendan una esencia que te provoque paz.
Al igual que durante el baño, puedes colocar en tus bocinas una mezcla de música ambiental o sonidos de la naturaleza para sentir una relajación completa.
Medita
Por último, para darte un regalo extra de relación y que su efecto pueda durar en ti durante el resto de la semana, te recomendamos inducirte a la meditación por medio del journaling o la repetición de pensamientos de gratitud en voz alta, siempre teniendo presente la importancia de la energía del agradecimiento y de los buenos deseos al prójimo para que también puedan gozar de gozosos momentos como los que tu has podido dedicarte.