La autoexploración mamaria es un acto de empoderamiento que cada mujer puede realizar para cuidar su salud. Esta práctica puede ayudar en la detección temprana de posibles anomalías y condiciones en las mamas, lo que puede ser vital para un diagnóstico oportuno de enfermedades como el cáncer de mama.
“El cáncer de mama es curable, si es detectado a tiempo, por lo que invito a realizarse sus mastografías anualmente a partir de los 40 años”, recomienda Yanin Chávarri, médica adscrita al servicio de oncología médica en la Clínica de Tumores de Mama del Centro Médico Nacional Siglo XXI.
La detección temprana es fundamental para combatir el cáncer de mama, y la mamografía es una de las herramientas esenciales en esta lucha. Estudios respaldados por BreastCancer.Org demuestran que detectar el cáncer en etapas iniciales mediante mamografías reduce en un 35% el riesgo de mortalidad en mujeres mayores de 50 años.
“Pensemos que sí nos puede pasar. Que se nos haga costumbre cuidarnos. Estemos conscientes de que el cáncer de mama tiene muchas caras, que no es igual para todas y lo importante es aprender sobre el tuyo, en caso de que ya lo tengas. No es una vergüenza ni un estigma, es una enfermedad. Mi consejo es algo que todas y todos podemos hacer diario: ver, tocar y actuar”, advierte Rocío Crystal Grajales Álvarez, médica adscrita al servicio de oncología médica en la Clínica de Tumores de Mama del Centro Médico Nacional Siglo XXI.
¿Te estás autoexplorando las mamas correctamente?
Además de la mastografía anual, otra valiosa herramienta para detectar el cáncer de mama está en tus manos. Al realizar una autoexploración mamaria de manera regular puedes familiarizarte con la textura y la forma normal de tus senos. Esto es crucial, ya que cualquier cambio inusual podría ser un indicio de problemas de salud. Al estar atenta a cualquier cambio, podrás pueden consultar a su médico en una etapa temprana, lo que, en consecuencia, aumenta las posibilidades de un tratamiento efectivo.
La autoexploración mamaria se puede realizar de pie, frente a un espejo o en la ducha. A continuación, te detallamos los pasos a seguir:
- Observación visual: Comienza frente a un espejo con los brazos a los lados. Observa cuidadosamente cualquier cambio en el tamaño, forma o contorno de tus mamas. Presta atención a la piel, buscando enrojecimiento, hoyuelos, descamación o piel de naranja. Examina también los pezones, buscando hundimientos, secreciones o cambios en su tamaño o forma.
- Exploración manual (de pie): Levanta un brazo y coloca la mano detrás de la cabeza. Con la mano opuesta, utiliza movimientos circulares para palpar suavemente toda la mama, desde el centro hacia el exterior. Repite el proceso con el otro brazo.
* Hazlo usando las yemas de los tres dedos del medio, no las puntas.
* Emplea una técnica metódica para garantizar que has examinado la mama completa, ya sea que pienses en el cuadrante de un reloj sobre tus mamas o las porciones de un pastel. - Exploración manual (acostada): Acuéstate boca arriba y coloca una almohada debajo del hombro del lado que vas a examinar. Con la mano opuesta, utiliza movimientos circulares para palpar toda la mama, incluyendo la zona debajo del brazo y hasta la clavícula.
- Exploración en la ducha: Aprovechar que estás en la regadera puede ser buen momento para la autoexploración. Pues e agua y el jabón facilitan el deslizamiento de los dedos sobre la piel.
¿Qué buscar durante la autoexploración? Durante la autoexploración, presta atención a los siguientes signos que pueden indicar la necesidad de una consulta médica, según Clínica Mayo:
- Bultos o nódulos en la mama o en la axila.
- Cambios en el tamaño o forma de los senos.
- Alteraciones en la piel (enrojecimiento, textura de cáscara de naranja).
- Secreciones del pezón que no son leche materna.
Recomendaciones generales
De manera complementaria a la autoexploración mamaria, considera lo siguiente:
- Lleva un registro: Es recomendable llevar una bitácora de tus autoexámenes. Puedes utilizar una agenda o una aplicación móvil para anotar cualquier cambio que observes, por mínimo que parezca.
- El mejor momento: Para obtener resultados óptimos, se recomienda realizar la palpación mamaria una vez al mes. En mujeres en edad fértil se sugiere realizar la autoexploración entre una semana después de la menstruación, que es cuando los senos están menos sensibles y la hinchazón ha disminuido. Mientras que, en mujeres menopáusicas, se puede elegir un día del mes que sea fácil de recordar.
- No sustituyas: Según diversas organizaciones de salud, el éxamen en casa no debe sustituir a las mamografías ni a otros exámenes clínicos realizados por profesionales de la salud, pero es una herramienta complementaria que favorece el cuidado preventivo.
¿Qué hacer si encuentras algo sospechoso? Si encuentras algún bulto o transformación inusual en tus senos, es fundamental que no entres en pánico. La mayoría de las veces, los cambios pueden ser benignos, como quistes o fibroadenomas. Sin embargo, es esencial que programar una cita con tu médico lo más pronto posible para una evaluación. Ellos pueden recomendar exámenes adicionales, como mamografías o ecografías, según el caso.
La autoexploración mamaria es una práctica sencilla pero poderosa que cada mujer debería integrar en su rutina de salud. Al estar informadas y atentas a los cambios en sus cuerpos, pueden realizar una importante contribución a su bienestar. Recuerda que la detección temprana es clave en la lucha contra el cáncer de mama y otras afecciones.