En el ajetreado ritmo de vida actual, la ansiedad se ha convertido en un compañero no deseado para muchos. El estrés, las preocupaciones y las exigencias diarias pueden desencadenar esta respuesta natural del cuerpo, que si no se maneja adecuadamente, puede afectar negativamente nuestra salud física y mental.
Afortunadamente, existen herramientas simples y efectivas para combatir la ansiedad: los ejercicios de respiración. Estas técnicas milenarias, basadas en el control consciente de la inhalación y la exhalación, nos permiten calmar el sistema nervioso, reducir la tensión muscular y disminuir los pensamientos acelerados.
En Vanidades México, te presentamos tres ejercicios de respiración sencillos que puedes practicar en cualquier momento y lugar para combatir la ansiedad:
1. Respiración profunda diafragmática
- Siéntate o acuéstate en una posición cómoda.
- Coloca una mano sobre tu abdomen y la otra sobre tu pecho.
- Cierra los ojos y respira profundamente por la nariz, llenando primero tu abdomen (la mano del abdomen debe subir) y luego tu pecho (la mano del pecho debe subir también).
- Exhala lentamente por la boca, contrayendo el abdomen y bajando el pecho.
- Repite este ciclo de respiración profunda durante 5 a 10 minutos.
2. Respiración 4-7-8:
- Siéntate con la espalda recta y cierra los ojos.
- Exhala completamente por la boca.
- Inhala profundamente por la nariz durante 4 segundos.
- Aguanta la respiración durante 7 segundos.
- Exhala lentamente por la boca durante 8 segundos, haciendo un sonido de silbido.
- Repite este ciclo de respiración 4-7-8 durante 4 minutos.
3. Respiración cuadrada:
- Siéntate con la espalda recta y cierra los ojos.
- Inhala profundamente por la nariz durante 4 segundos.
- Aguanta la respiración durante 4 segundos.
- Exhala lentamente por la boca durante 4 segundos.
- Mantén los pulmones vacíos durante 4 segundos.
- Repite este ciclo de respiración cuadrada durante 4 minutos.
¿Qué es la ansiedad? Un enemigo invisible que afecta a millones
La ansiedad es una respuesta natural del cuerpo ante situaciones de peligro o estrés. Se caracteriza por una serie de síntomas físicos y emocionales, como: sensación de nerviosismo o inquietud, dificultad para concentrarse, irritabilidad, dificultad para dormir, sudoración, temblores, taquicardia, dolor en el pecho o el estómago, mareos y/o náuseas.
La ansiedad puede ser leve o grave, y puede presentarse de forma ocasional o crónica. Si la ansiedad es intensa o interfiere con tu vida diaria, es importante buscar ayuda profesional.
Te aconsejamos practicar estos ejercicios de respiración con regularidad para obtener mejores resultados.
Si la ansiedad persiste o interfiere con tu vida diaria, consulta con un profesional de la salud mental.
Combina los ejercicios de respiración con otras técnicas de relajación, como la meditación o el yoga.