¿Alguna vez has sentido que un comentario aparentemente inofensivo escondía una crítica o reproche? Podrías haber estado frente a una persona pasivo-agresiva. A continuación te contamos cómo detectar las frases más usadas por este tipo de personas.
De acuerdo con Psychology Today, las personas con este comportamiento expresan su hostilidad de formas indirectas, diseñadas para herir y confundir a su objetivo.
“La agresión pasiva surge de una profunda ira, hostilidad y frustración que una persona, por cualquier razón, no se siente cómoda expresando directamente. Detrás de estos comentarios sarcásticos suele haber una gran infelicidad y tristeza”, señalan los psicólogos.
¿Cuáles son las palabras pasivo-agresivas?
Un estudio realizado a más de 1,200 estadounidenses identificó las frases que suelen usar las personas pasivo-agresivas. Entre las más frecuentes están:
- “Eres muy sensible.”
- "¿Por qué te enojas tanto?”
- “No quiero ofender, pero…"
- “Lo que tú digas.”
- “Si eso es lo que quieres hacer…"
El lenguaje pasivo-agresivo en el trabajo
El estudio también analizó cómo este comportamiento se manifiesta en el ámbito laboral. Entre las frases más comunes están:
- “Como seguramente ya sabes…"
- “Para futuras referencias.”
- “Recordatorio amistoso.”
- “En copia [al jefe] para mayor visibilidad.”
- “Según mi último correo electrónico.”
Los expertos subrayan que estos comentarios suelen ocultar frustración o falta de transparencia. Detectar estas señales es clave para manejar mejor este tipo de interacciones y establecer límites claros.
¿Cómo saber si alguien es pasivo-agresivo?
De acuerdo con Mayo Clinic, la conducta pasivo-agresiva es un patrón en el que las personas expresan emociones negativas de forma indirecta, en lugar de abordarlas abiertamente. Hay una desconexión entre sus palabras y acciones, como aceptar una tarea pero sabotearla al no cumplirla.
Signos comunes incluyen resentimiento hacia exigencias, procrastinación, errores intencionales, y resistencia a cooperar. También se manifiesta en actitudes cínicas u hostiles y constantes quejas sobre sentirse subestimado o engañado. Este comportamiento suele reflejar ira o frustración que no se expresa directamente, complicando las relaciones personales y laborales. Identificar estos signos ayuda a manejar mejor estas situaciones.
