La reina Isabel siempre se caracterizó por mantener una salud implacable y como si fuese de hierro. Esto en parte, tuvo que ver con los hábitos alimenticios y de ejercicio que siempre realizó, de manera constante, durante toda su vida.
Por lo mismo, hoy ahondaremos más en algunos de esos hábitos saludables y los cuales se convirtieron en uno de los máximos secretos de su longevidad. Así que si quieres tener una larga vida, como la que tuvo la monarca británica, quédate leyendo que hoy te contaremos que sí hizo y qué no, para tener un buen estado de salud a lo largo de su reinado.
Poca exposición a la luz del sol
Si hay algo que siempre caracterizó a Isabel II fue su piel suave y tersa, y muchas fotografías dan testigo de ello, pues a pesar de ser una persona muy longeva, no tenía tantas arrugas como otras personas de su misma edad.
Esto, pudo deberse, en parte, a que la reina procuraba no exponerse demasiado a la luz solar, según el experto en realeza Bryan Kozlowski, lo cual puede tener algo de razón, ya que utilizaba sombrero en la mayoría de sus apariciones.
No fumaba ni tomaba alcohol
También se sabe que jamás le llamó la atención el cigarro o el tabaco, a pesar de que su madre era una asidua fumadora y su hermana Margarita también tenía este hábito. Además, en muy raras ocasiones se le veía tomando bebidas alcohólicas, y si lo hacía, no pasaba más de una unidad de alcohol.
Una dieta balanceada y saludable
Según su chef, la reina Isabel no llevaba una dieta en especial pero sí trataba de consumir frutas y verduras de temporada, además de incluir el pescado y pollos con ensalada. Mientras que estaban prohibidos las pastas y el arroz en la cena.
El ritual del té
Como buena inglesa, Isabel solía disfrutar todos los días de una buena taza de té. De acuerdo con un ex mayordomo del Palacio de Buckingham, solía tomar una infusión por las mañanas, alrededor de las 7:30, y por las tardes, aproximadamente a las 16:00 horas.
En caso de que no lo sepas, el té tiene muchos beneficios, como combatir el sobrepeso y es un aliado contra el envejecimiento, pues desintoxica y ayuda a depurar el organismo.
Ejercicio constante y moderado
Aunque la fallecida monarca no tenía una rutina específica de ejercicio, lo que sí es que realizaba actividad física de manera constante y moderada.
Por ejemplo, solía montar a caballo, una o dos veces por semana y también procuraba sacar a pasear a sus perros en las mañanas.