Después de los 50 años, probablemente tu metabolismo sea mucho más lento que incluso cuando tenías cuarenta, por lo que tal vez te sea más difícil bajar la ‘pancita’ que, con los años, tiende a hacerse. Así que, para ayudarte un poco en esta misión de mantenerte saludable y en forma a esta edad, nos dimos a la tarea de investigar ejercicios que puedes hacer en casa y que no sean tan complicados para fortalecer tu abdomen.
Puente de glúteos
Para este ejercicio en especial, solo necesitarás un tapete o alfombra de yoga, ya que vas a reposar sobre el mismo. Acostada boca arriba, doblas las rodillas, asegurando que los pies estén a la altura de la cadera.
Luego, comenzarás a levantar la cadera del suelo, asegurándote de que la espalda, los glúteos y los muslos formen una línea recta y durante 5 segundos intentarás mantener esa posición. Solo toma en cuenta que durante el tiempo que realices este ejercicio, en ningún momento deben tocarse las rodillas entre sí.
Bird Dog
La particularidad de este ejercicio es que además, te ayuda a desarrollar más el equilibrio y fortalece también tu suelo pélvico.
Ponte de rodillas y con las manos apoyadas sobre un tapete de yoga, asegúrate que las manos estén bajo los hombros y las rodillas bajo las caderas, ya que de lo contrario no podrás ejecutar adecuadamente esta técnica
Luego, despega el brazo derecho del suelo llevándolo hasta la altura de la oreja y manteniendo esa posición, comienzas a despegar la rodilla izquierda y estiras la pierna. Mantén la posición unos segundos y vuelve a tu posición incial.
Ahora combina el brazo izquierdo con la pierna derecha y mantén la posición otros cuantos segundos y vuelve controlado.
Flexiones laterales de pie
Este ejercicio es muy fácil de hacer y con que hagas unas cuantas repeticiones, te ayudará bastante. Además, no implica tanto esfuerzo como correr, tener que flexionar la rodilla o hincarte, por lo que si tienes problemes de este tipo, despreocúpate por eso.
Estando de pie y totalmente erguida, vas a agarrar una pequeña mancuerna y vas a extender los brazos hacia arriba mientras la sostienes. Después, ya en esa posición, comienzas poco a poco a inclinar tu cuerpo hacia el lado derecho. Repite este ejercicio varias veces y después, vas a volver a hacerlo igual pero ahora del lado contrario, en este caso del izquierdo. De igual manera, puedes hacer este ejecicio si no tienes mancuernas o pesas.