En general, todas las recetas de licuados de frutas tienen diversos beneficios para la salud, debido a la gran cantidad de vitaminas y minerales que contienen los ingredientes que solemos añadir.
Siempre y cuando no se agreguen endulzantes refinados y preferentemente se realicen las preparaciones con una opción de leche baja en grasas o de origen vegetal, los batidos resultan un aliado para la pérdida de peso y la mejora notable de tu aspecto físico a corto plazo.
Siendo una de las recetas preferidas por su dulzor, el licuado de fresa tiene, además, una serie de propiedades revitalizantes que te convencerán de hacer de este tu desayuno o merienda diaria.
Consumir un licuado de fresa al día aumenta tu consumo de fibra
De acuerdo a tablas nutricionales, una porción de 100 gramos de fresas aporta al cuerpo 2 gramos de fibra. Además de esta proporción, puedes añadir otros ingredientes como avena, chía o amaranto para potenciar el funcionamiento de tu salud intestinal.
Además, la fibra dietética presente en la fresa es importantes para alimentar las bacterias beneficiosas en el intestino y mejorar tu digestión.
Propiedades antiinflamatorias
Beber por las mañanas un batido de fresas combinado con otras frutas puede ayudarte también a mantener tu vientre sin la incomodidad causada por la inflamación, ya que el ingrediente natural protagonista de esta receta, al igual que todos los frutos rojos-como las cerezas, las frambuesas o los arándanos-, contiene antocianinas, un pigmento que ayuda a combatir la retención de líquidos y a frenar enfermedades como la gota.
El licuado de fresa, fuente de antioxidantes
La fresa es una de las frutas más ricas en vitamina C y polifenoles, los cuales son compuestos que poseen excelentes propiedades antioxidantes, ideales para la disminución del estrés oxidativo y la revitalización de tus células.
Así que, no dudes en incorporar a tu alimentación las diversas variables del licuado de fresa para comenzar a notar cambios inmediatos en tu cuerpo y en tu sensación de bienestar en general.