Una de las terapias alternativas contemporáneas en tendencia es el Reiki, la cual es una práctica japonesa que consiste en la imposición de las manos sobre ciertos puntos del cuerpo para lograr un equilibro energético que se refleja en el estado físico y mental de quien se somete a este complemento medicinal.
A pesar de que son pocos los estudios publicados al respecto para comprobar la efectividad del Reiki, existe una serie de literatura revisada por la Universidad Federal de Pelotas, en Brasil, que señala algunos de los beneficios que está terapia energética puede traer para la armonía espiritual del individuo practicante.
El inventor de los fundamentos de esta “pseudociencia” es Mikao Usui, cuyo aniversario marca la conmemoración del Día Mundial del Reiki, celebrado cada 15 de agosto para recordar también al nacimiento de la Sociedad de Aprendizaje del Método Curativo Usui Reiki, fundada en 1922.
El Reiki alivia la ansiedad
Estudios de grupo aplicados por los científicos Catlin y Taylor-Ford a pacientes con cáncer han comprobado que las personas con esta enfermedad presentaron reducción en sus niveles de dolor y se sintieron más tranquilos tras someterse a tratamientos de Reiki, debido a la inclusión de prácticas de conciencia sobre la relación existente entre el cuerpo y la mente.
Reiki, práctica perfecta como auxiliar en el tratamiento de migrañas
Las migrañas, muchas veces desatadas por estrés, pueden tratarse con el método acuñado por Usui Reiki, gracias a que a partir de la regulación en el ritmo de la respiración y el restablecimiento de los centros energéticos puede alcanzarse un proceso de saneamiento basado en la relajación. Esto a su vez se traduce a largo plazo como un factor que ayuda a prevenir los eventos que desatan episodios de jaquecas.
Practicar Reiki podría acabar con tu insomnio
De la misma manera, la ralentización de las inhalaciones, exhalaciones y la toma de conciencia respecto a cada uno de los procesos inherentes al cuerpo humano trae consigo la calma en las emociones y su traducción biológica en la reducción de la presión arterial.
El mantenimiento estable de una presión arterial diastólica durante el día al final desemboca en un estado de tranquilidad cotidiano y esto puede propiciar noches de descanso placenteras y reparadoras.