Un matrimonio arreglado provocó la infelicidad de los abuelos deCarolina, Estefanía y Alberto de Mónaco
Esta historia es como la más truculenta de las telenovelas, ¡aunque es ciento por ciento cierta! Las vidas de Charlotte, duquesa de Valentinois, y su marido el conde Pierre de Polignac -padres del príncipe Rainiero de Mónaco y abuelos de Carolina, Alberto y Estefanía- fueron turbulentas.
A principios del siglo XX, el reinante príncipe Luis II de Mónaco -abuelo de Rainiero- se encontraba con el problema de ser soltero y de no tener descendencia legítima que heredara el trono del principado. Esto lo solucionó adoptando como heredera a su hija ilegítima Charlotte Louise Juliette, nacida en la Argelia francesa en 1898, del affair que tuvo con la cantante de cabaret Marie Juliette Louvet, cuando él servía con la Legión Francesa en Argelia.
FOTOGALERÍA: La vida íntima de Charlotte y Pierre de Polignac
En 1911, cambió las leyes y Luis II convirtió a su hija en la princesa heredera del trono de Mónaco. Charlotte tenía apenas 13 años y comenzó a vivir rodeada de lujos. En 1918 recibió el apellido Grimaldi y el título de duquesa de Valentinois de por vida. De Marie Juliette Louvet, quien también había trabajado como costurera y lavandera -fue el gran amor de Luis II, aunque su padre Luis I le prohibió casarse con ella- no se habló más en Mónaco.
Charlotte era una chica muy audaz y se enamoraba de todos los hombres que conocía. Cuando tenía 22 años, su padre le “arregló" un matrimonio con el conde Pierre de Polignac, un aristócrata francés que adoptó el apellido Grimaldi y fue hecho príncipe de Mónaco.
Como al parecer Charlotte se casó embarazada (tal como le ocurrió dos veces a su nieta Carolina cuando se casó con Stefano Casiraghi y después con Ernesto de Hannover), a los pocos meses nació la princesa Antoinette, en 1920, cuyo padre se cree era un amante que tenía Charlotte en ese momento. En 1923 nació el príncipe Rainiero, que reinó hasta su muerte en 2005. Charlotte y Pierre nunca ocuparon el trono, porque la princesa cedió sus derechos a su hijo Rainiero el día que este cumplió 21 años. Su abuelo Luis II fue quien realmente crió a su nieto Rainiero y la sucesión del trono fue de abuelo a nieto.
¿Y qué fue de Charlotte y de su matrimonio con Pierre? Desde el comienzo, esa unión fue absurda, pues se sabía que Pierre era homosexual. Su mejor amigo era el famoso escritor Marcel Proust, quien se indignó al saber que Pierre aceptó “ser comprado” y forzado a un matrimonio por los Grimaldi. Aun así, Pierre trató de ser un buen príncipe y tuvo excelentes ideas para Mónaco, lo que su suegro, Luis II, agradeció, pues sentía un gran afecto por él.
En 1930, Charlotte dejó a su familia y abandonó Mónaco para irse a vivir con su médico, el italiano Dalmazzo; después, tuvo aventuras con el marqués de Strozzi y con el millonario inglés sir Basil Zaharoff. Cuando abandonó su hogar, Charlotte dijo: “Soy la mujer más desgraciada del mundo. Me han dado todo lo material, pero nunca tuve la oportunidad de amar y de casarme con el hombre que yo escogiera libremente”. El padre de Charlotte, ¡indignado!, ordenó su divorcio de Pierre. La pregunta que muchos se hacían es si Pierre era el padre genético de Rainiero o no, pero ese misterio nunca se aclarará.
Charlotte dejó todo atrás y se mudó a un estate en las afueras de París, donde se interesó en ayudar al prójimo. Estudió Servicio Social en la universidad e hizo de su mansión un centro de rehabilitación para ex convictos. Sus hijos Rainiero y Antoinette estaban preocupados por su seguridad, ya que vivía rodeada de ex delincuentes, pero Charlotte no les hizo caso y se enamoró de uno de ellos, el ex ladrón de joyas francés René Girier. Aunque ella nunca iba a Mónaco, sus hijos y nietos la visitaban a menudo, hasta que murió a los 79 años, en 1977.
¿Y qué fue de Pierre de Polignac? Vivió en París hasta que murió a los 69 años, en 1964. Visitaba Mónaco con frecuencia, pues tenía una buena relación con su hijo y con su nuera Grace Kelly. Era un hombre culto, oficial de la UNESCO y del Comité Olímpico Internacional. Creó el premio literario Prix Littéraire Prince- Pierre-de-Monaco, del cual su nieta, la princesa Carolina, es la presidenta.
FOTOGALERÍA: La vida íntima de Charlotte y Pierre de Polignac
