El rey Carlos III es probablemente el hombre que más años le ha tocado esperar para ascender al trono británico, por ello es que seguramente tuvo bastante tiempo para llegar a desarrollar grandes habilidades, hábitos o hobbys que te contaremos hoy.
Si bien alguna de estas curiosidades pudieras ya conocerlas, seguro te toparás con otras un tanto desconocidas. Así que si quieres saber eso que solo los verdaderos amantes de la realeza podrían conocer sobre el monarca británica, quédate leyendo.
Tiene una finca en Transilvania
Por si no lo sabías, además de las propiedades reales que tiene por ser el soberano de la corona británica, también cuenta con una finca en Zalanpatak, un pueblo de apenas cien habitantes en Transilvania, la cual está compuesta por un conjunto de tres casas derruidas, varios edificios agrícolas y, por supuesto, una generosa porción de tierras circundantes.
Le habla a las plantas
Ya sabemos que Carlos III es un gran amante de la naturaleza y tiene un profundo amor por las plantas, por eso es que pudiera no sorprenderte el hecho de que también le gusta hablar con ellas, ya que está convencido de que las ayuda a crecer: “Es muy importante hablarles, me parece que responden”. También se sabe que él mismo planta árboles.
Es un gran artista
Por si fuera poco, el rey británico también tiene su lado artístico bastante desarrollado, ya que le gusta pintar acuarelas y además ha escrito más de once libros. También toca varios instrumentos musicales como la trompeta, el violonchelo y el piano, e incluso en una ocasión fue director de orquesta.
Tiene una dieta bastante especial
Además de lo anterior, cabe mencionar que la dieta de Carlos III se basa en comer lo que caza o pesca y no acepta más verduras que las de su huerto. También, suele comer huevos duros y el pastel de faisán crumble. Mientras que el consumo de carne y pescado lo tiene muy limitado. E incluso, en varias ocasiones el rey suele saltarse el almuerzo.
Fue el primer heredero a la corona británica en obtener un título académico
Aunque llegó a destacar en escritura y lectura, las matemáticas siempre le significaron un gran dolor de cabeza. Por ello es que se fue a estudiar a Trinity college, en Cambridge. Mientras que en 1971 se licenció en arqueología y antropología, con lo cual se convirtió en el primer heredero de la corona británica en obtener un título académico.