El 31 de agosto de 1997, Diana Spencer, mejor conocida como Lady Di, murió en un accidente automovilístico en el túnel del Puente del Alma, en la margen norte del río Sena, en París, mientras el conductor huía de los paparazzi. Junto con ella viajaban: Dodi Al-Fayed; el conductor Henri Paul, quien era el gerente de seguridad en funciones del Hôtel Ritz Paris; y el guardaespaldas de la princesa, Trevor Rees-Jones, quien sobrevivió al accidente.
Sin embargo, la historia pudo haber sido completamente diferente, si uno de los ex choferes de Diana, en aquel entonces recientemente despedido, hubiera manejado el automóvil. Nos referimos a Steve Davies, quien sirvió por un tiempo a la princesa y más tarde fue relegado de sus funciones por ser acusado de ser un espía encubierto de la BBC.
Davies nunca había salido a hablar públicamente sobre la muerte de Lady Di, hasta hace poco que fue entrevistado por el Daily Mail, medio ante el cual se lamentó de que la princesa murió creyendo que él la había traicionado. “Eso es algo que nunca podré olvidar ni perdonar”, sentenció el ex chófer.
¿Cuál es la historia de Steve Davies, que pudo haber muerto en el accidente del Puente del Alma, de haber seguido trabajando para Lady Di?
La princesa Diana declaró en una entrevista concedida al programa Newsnight de la BBC que ella misma había sido quien ordenó el despido de Davies, en 1996, debido a su supuesta colusión con la prensa. Sin embargo, al momento de su relego, el chófer no estaba enterado de la situación.
“Ocurrió de la noche a la mañana”, dijo Davies al Daily Mail. “No me permitieron llevarla a todas partes en coche, pero después de las vacaciones de Navidad me dijeron que no quería que me acercara a él”.
El ex chofer continuó: “Yo todavía estaba en su nómina, pero todo lo que podía hacer era sentarme en el garaje durante diez horas al día, mi turno oficial, sin hacer nada, y luego irme a casa. Estaba desconsolado, humillado. Ella me rechazaba”.
Respecto a las calumnias en su contra, sucedidas antes de la muerte de Lady Di, el ex empleado real agregó ante el Daily Mail: “La consecuencia para mí fue que me obligaron a dejar un trabajo que quería que fuera el trabajo de mi vida”.
“El servicio real consiste en ser confiable y leal, mostrar discreción y tener sentido del deber. Tu reputación, tu buen nombre lo son todo”, concluyó el que pudo haber sido el conductor al momento del terrible accidente que terminó con la vida de la madre de los príncipes William y Harry.