La nueva postal navideña del príncipe Harry y Meghan Markle ha suscitado un debate sobre una radical decisión que la pareja ha tomado respecto a sus hijos, Archie y Lilibet: no exponerlos públicamente.
Esta decisión de los duques de Sussex de alejarlos del foco mediático contrasta con la de otros miembros de la realeza, como el príncipe William y Kate Middleton, quienes presentan a sus hijos de frente en sus felicitaciones. De ahí que sus diferente maneras de crianza sean analizadas por expertos como la psicóloga Lara Ferreiro, autora del best-seller Adicta a un gilipollas, quien ha dado su punto de vista sobre este tema y sugiere que ello podría derivarse de un “trauma” del pelirrojo royal
Harry y Meghan deciden alejar a sus hijos del foco mediático
Esta experta, por su parte, apoya la postura de los Sussex ya que considera que “proteger la privacidad es proteger la salud mental de los menores”. Por lo que exponer a los niños en redes puede generarles estrés y afectar su desarrollo, ya que “un cerebro de un niño expuesto a las redes sociales puede segregar cortisol, la hormona del estrés, y puede alterar su desarrollo”. Además, Ferreiro destaca que los menores podrían interpretar que, en lugar de ser protegidos, están siendo expuestos por sus propios padres.
También, la experiencia personal del príncipe Harry podría influir en esta decisión. Desde su nacimiento, el duque ha estado bajo el escrutinio público, sin espacio para la privacidad. De ahí que Ferreiro sugiera que esta exposición constante pudiera haberle dejado “un trauma subyacente” en Harry, motivándolo a proteger a sus hijos de una experiencia similar.
Además de las implicaciones psicológicas, existen riesgos físicos asociados al “sharenting”, que combina las palabras inglesas “share” (compartir) y “parenting” (crianza), y se refiere a la práctica de los padres de publicar imágenes y detalles de sus hijos en redes sociales.
Sobre ello, Ferreiro advierte que compartir imágenes de menores en redes puede permitir su geolocalización, exponiéndolos a peligros potenciales. Incluso con perfiles privados, una vez que se publica una foto, se pierde el control sobre su difusión. Por ello, la psicóloga recomienda no compartir imágenes de los hijos en redes sociales ni siquiera a través de grupos de WhatsApp.
La decisión de Harry y Meghan de no mostrar los rostros de sus hijos refleja una postura consciente y protectora frente a los desafíos de la era digital. Ferreiro concluye que, en la crianza consciente, debe primar el respeto a la intimidad de los hijos para salvaguardar su seguridad y bienestar. “Lo más seguro es no hacerlo”, afirma, enfatizando que los menores no ganan nada con la exposición en redes, sino que pueden perder en términos de privacidad y seguridad.