¿Te gusta leer sobre la joyería de la realeza? Hemos investigado sobre los broches más lujosos y caros de la reina Isabel II, así como las ‘joyas malditas’ con las que será coronada Camilla de Cornualles y por qué la tiara Loto es la única que puede usar la realeza británica.
Pero ahora exploramos en el catálogo de tiaras reales que desaparecieron ¿Qué hay detrás de estas piezas rodeadas de historia?
1) Tiara Rundell
Esta pieza la mandó a hacer el rey Eduardo VII como regalo de bodas para su esposa, la reina Alexandra de Dinamarca en 1863. A la par de la tiara, el rey le dio a Alexandra un collar, broche y aretes de perlas. Todo era un hermoso juego.
Se dice que lleva el nombre Rundell por la joyería londinense Bridge and Rundell, pero ésta no tenía garantía de realeza en aquel momento.
La tiara Rundell consistía en una forma de corona con dos hileras de diamantes y 10 brillantes en medio junto con otros diamantes pequeños conectados a piedras preciosas más grandes. En la punta tenía detalles enrollados unidos por un motivo griego y con una gran perla al centro.
Cuando Alexandra murió en 1925, su hija la princesa Victoria se quedó con la tiara, pero ella “dispuso de la tiara”, y desde entonces se consideró desaparecida —y dicen que ya está totalmente eliminada del plano.
2) Tiara Rosenborg Kokoshnik
Una hermosa pieza que encargó el príncipe Viggo de Dinamarca, conde de Rosenborg para su esposa la condesa de Rosenberg. Esta tiara de estilo kokoshnik proveniente de Rusia se hizo a finales de 1903 por el joyero Aage Dragsted.
Era una pieza con perlas, diamantes y granates naturales (piedras rojas) envueltos con motivos florales. Al borde tenía una hilera de diamantes el cual podía usarse de collar rivière.
La condesa de Rosenberg murió sin tener hijos, así que le heredó esta tiara al príncipe Axel de Dinamarca (hermano del príncipe Viggo) y su esposa la princesa Margarita de Suiza y Noruega. Esta pieza se la pasaron a su hijo, el conde Flemming de Rosenborg y la usó su esposa la condesa Ruth.
Finalmente la tiara fue subastada en 2014 con un precio estimado en 100 mil dólares y la compraron por 276,203 dólares, pero se desconoce su paradero.
3) Cartier Bandeau Tiara
La hizo Cartier en 1910 y fue vendida en 1912 a la reina Isabel de los Belgas, esposa del rey Alberto I. Cuando Isabel murió, la tiara pasó a su hijo el rey Leopoldo III y la usó su tercera esposa, la princesa Lilian.
Es una pieza de diamantes con bandeau platino, con motivos florales y un gran diamante al centro. Lilian vendió la tiara a Jean-Jacques Cartier. Y aunque no se considera del todo desaparecida —porque pertenece a la colección de Cartier—, ya nadie la ha usado.
4) Tiara Poltimore
Una de las tiaras con más historia. Garrard la elaboró en 1870 para Lady Florence Poltimore, quien la usó en la coronación del rey Jorge V y la reina Mary.
La tiara Poltimore tiene una base con diamantes de corte antiguo que simulan un “cojín acolchonado”, y encima lleva volutas engastados con diamantes (todos rodeados de más diamantes) y traía plata y oro. Se puede desmantelar y convertir como broche y collar.
En 1959 la compró la princesa Margarita en una subasta por 5,500 libras y la usó el día de su boda en 1960, y en otras ocasiones. Después de que la royal muriera, sus hijos tuvieron que venderla para pagar impuestos y fue subastada en Christie’s por 1,7 millones de dólares. Jamás se le ha visto de nuevo. De hecho es la misma tiara que Margarita usó en la icónica foto que le tomó Lord Snowdon en la bañera.
5) La tiara de perlas y diamantes de Maud de Gales
Maud fue la hija menor del rey Eduardo VII y la reina Alexandra de Inglaterra. En 1896 se casó con Haakon VII de Noruega y Maud se convirtió en reina.
Sus padres le dieron una tiara de perlas y diamantes como regalo de bodas. Estaba enmarcada por oro blanco y plata, pero se desconoce quién la elaboró.
Maud murió en Inglaterra y su hijo Olav V (primo de la reina Isabel II) heredó la tiara, pero tomó muchos años después para que esta pieza regresara a Noruega. El rey Harald V poseía la tiara, pero en 1995 las mandaron a limpiar a Garrard en Londres, la joyería fue robada, y la tiara desapareció.
Garrard hizo distintas réplicas de la tiara de perlas y diamantes, mismas que han usado las princesas Mette-Marit y Marta Luisa de Noruega
6) La tiara del Nizam de Hyderabad
Esta tiara en forma de diadema la hizo Cartier con detalles florales y estilo de los años 30, tenía tres rosas desmontables posicionadas en una base de platino con un marco foliado de hojas de diamantes.
Fue un regalo de bodas del Nizam de Hyderabad para la reina Isabel II. El Nizam fue uno de los rangos más altos en el principado de India, era hijo del 6to Nizam, Mir Osman Ali Khan.
Aunque Isabel la usó mucho en su juventud, cuando subió al trono decidió desmontar la tiara, y usó los diamantes para crear la tiara Burmese Ruby.