La historia y los secretos de la Familia Real Británica captaron de nuevo la atención gracias a una reciente subasta de una carta de la reina Isabel II. El evento fue organizado por Hansons Auctioneers y, además de la misiva, vendió un lote de objetos pertenecientes al fotógrafo Alan Maxwell, quien durante décadas fue una figura clave detrás de las cámaras en Buckingham.
Estos objetos recaudaron más de 12.000 libras esterlinas, un equivalente a unos 14.000 euros. in embargo, entre las piezas más destacadas delote se encuentra una carta escrita por la propia reina, en la que comparte una anécdota tan curiosa como desconocida.
El divertido percance de los corgis de Isabel II
La joya de esta subasta fue una breve pero reveladora nota escrita por Isabel II, en donde relata un episodio protagonizado por sus famosos perros de raza Welsh Corgi. En el manuscrito, dirigido a Maxwell, la reina describe con su característico humor británico lo sucedido durante una sesión fotográfica.
“Por favor, revise las impresiones con los negativos para averiguar cuál falta: ¡se la han comido los cachorros! ER”, decía el texto de la carta que fue escrita con sus propias manos y firmada con las iniciales “ER” (que significa Elizabeth Regina). Unas palabras que reflejan el lado más humano y cotidiano de la soberana, conocida por su inquebrantable formalidad en asuntos oficiales. Además que demuestra que ni siquiera los royals están a salvo de las travesuras de sus mascotas.
Pero, además de esta nota, el lote subastado incluía también otros documentos de gran valor histórico. Entre ellos, una carta de Lady Di agradeciendo a Maxwell por su profesionalismo y rapidez: “Estimado Sr. Maxwell, quería hacerle un agradecimiento muy especial por venir a nuestro rescate con tan poca antelación. Aprecio enormemente la rapidez con la que llegaron las fotografías y lamento los contratiempos que pudimos haber causado”, decía la misiva que iba firmada al final con un “Atentamente, Diana”,
El lote también contenía una extensa carta del entonces príncipe Carlos, ahora rey Carlos III, en la que expresa su aprecio por el trabajo de Maxwell en la producción de las felicitaciones navideñas. En su mensaje, Carlos se disculpa por su apretada agenda y cierra con una cálida despedida. "¿Qué haría yo sin ti? Atentamente, Charles”, se lee en la misiva.
Por otro lado, Alan Maxwell no solo fotografiaba a la Familia Real sino que también se encargaba de revelar y enmarcar las imágenes. Fue una figura clave en la corte británica durante décadas, mientras que su discreción y profesionalismo le ganaron la confianza de la realeza. Además que esta colección subastada por Hansons Auctioneers es un testimonio invaluable de esa relación.