Todos se preguntan por qué sus cuñadas, las princesas Victoria y Magdalena, la rechazan...
El origen de la dinastía Bernadotte, a la que pertenece la casa real de Suecia, es 100% burgués, sin una gota de aristocracia ni de sangre azul. Por eso los suecos están sorprendidos de que tanto la princesa heredera Victoria como la princesa Magdalena, aunque están casadas con hombres sin títulos ?Daniel Westling y Chris O?Neill, respectivamente?, no acaben de aceptar a Sofía Hellqvist, de 31 años, princesa de Suecia, duquesa de Värmland y esposa de su hermano, el príncipe Carlos Felipe.
¿Por qué existe esa mala relación entre las princesas de la familia real y su cuñada? Algunos que no quieren darle importancia al asunto dicen que ahora que hay tantos bebés en la familia todo es cuestión de celos por Alexander, el niño de Sofía y Carlos Felipe, que nació en abril de este año. Pero otros afirman que es algo mucho más fuerte, y se debe a que la princesa Magdalena, la más esnob de toda la familia, con mucha influencia sobre su hermana Victoria y su padre, ?no soporta el pasado campesino y ordinario de su cuñada?, quien se hizo conocida en Suecia por participar en Paradise Hotel, un reality de TV y por ser modelo de lingerie para la revista solo para hombres Slitz, de la que fue elegida Miss Slitz.
Según los periódicos y sitios web suecos (que critican a sus royals con enorme libertad), como Svensk Dam, el aspecto de Sofía, a quien muchos medios suecos han llamado ?la princesa de los dientes feos?, es algo que molesta tanto a la princesa Magdalena, que ha llegado a decirle a su cuñada que debería arreglarse los dientes. Como es lógico, Carlos Felipe se siente indignado cuando se entera de estas cosas y de los desplantes que le hacen sus hermanas a su mujer, pero de momento no quiere causar problemas y en público pareciera que todo está en armonía, aunque en privado llevan una relación fría y distante.ç
FOTOGALERÍA: Los momentos más relevantes de Sofía
Según los expertos, el hecho de que Sofía solo use la tiara que recibió de sus suegros, el rey Carlos Gustavo y la reina Silvia, como regalo de matrimonio (un ?gesto de cortesía? muy común en las familias reales) y no use ninguna de las otras tiaras (como la Connaught, la Desirée de los Nueve Botones o la de las Amatistas) es otra cosa que las princesas usan para hablar mal de ella, diciendo que Sofía no se las pone porque no se considera ?una Bernadotte? y prefiere usar la única joya que es de su propiedad. Aunque otros comentan que nada de esto es cierto y que el problema es que la chica no tiene el permiso de la reina Silvia para que se ponga otras diademas, y que las princesas Victoria y Magdalena tampoco quieren que las use. Según los periodistas: ?A Sofía decidieron regalarle una diadema nueva, sin pasado histórico alguno, para marcar diferencias y que no tenga que utilizar ninguna del joyero real de los Bernadotte?.
Sin embargo, nadie entiende estos orgullos, porque los Bernadotte son una dinastía ?inventada?, cuando al mariscal Jean-Baptiste Bernadotte, un guerrero de origen humilde, bajo las órdenes de Napoléon I, y a su esposa Desirée Clary, de origen burgués, hija de comerciantes de Marsella (quien había sido en su juventud novia de Napoleón), les fue ofrecido el trono de Suecia, ya que el país se había quedado sin herederos y la monarquía estaba en peligro de desaparecer. Así fue que en 1818 se creó la casa real Bernadotte, cuando Jean- Baptiste fue adoptado como hijo por el rey Carlos XIII de Suecia, y comenzó a reinar como Carlos Juan XIV.
Es bien sabido que, aunque los Bernadotte se mudaron a Suecia, la reina Desirée pasaba la mayor parte del tiempo en París, pues dicen que seguía enamorada de Napoleón, y ahí lloró la derrota de él, su exilio a Santa Helena y su muerte. Su hijo Oscar, quien nació en Francia, fue el segundo Bernadotte rey de Suecia y de Noruega (entonces los reinados era uno solo, hasta que se separaron en 1905), y así fue desarrollándose la dinastía.
La reina Silvia tampoco tiene sangre azul. Es de origen alemán-brasileño y proviene de los Sommerblath, una familia acomodada, pero sin aristocracia.
Tomando todo esto en cuenta, ¿por qué esa hostilidad de la familia hacia la siempre sonriente Sofía? Las malas lenguas cuentan que es por el hecho de que Sofía viene de Älvdalen, un pueblo muy pequeño, donde hablan un antiguo dialecto llamado Elfdalian, con raíces en la zona cercana al Polo Norte, que ha sido llamado ?el idioma de los vikingos de los bosques?. Esto ha sido motivo de burlas en el palacio real, donde creen que la chica ?es una campesina que no sabe hablar bien el sueco? y no tiene nada que aportar a la familia.
Sin embargo, es muy curioso que en estos momentos el pueblo piense todo lo contrario: los príncipes Carlos Felipe y Sofía son muy queridos por los suecos, quienes los consideran ?nuestros mejores embajadores?. ¿Celos? Sí, y quizás sea por el cariño que le tiene la gente y no por otros motivos.
FOTOGALERÍA: Los momentos más relevantes de Sofía