Después de recibir ataques que desprestigiaron su imagen, la princesa que un día fue modelo levantó la voz para frenar el acoso en las redes sociales.
No es secreto que Sofía, hoy casada con el príncipe Carlos Felipe de Suecia, durante mucho tiempo fue blanco de críticas por su sombrío pasado. No obstante, decidió romper el silencio y compartir su cruel experiencia en el canal de televisión sueco TV4. “Cuando mi relación con Carlos Felipe se hizo pública, fui recibida con una gran tormenta de odio. La gente tenía muchas opiniones sobre mí y mi relación. Fue un hecho que me sorprendió y me derribó por un tiempo. No entendía qué necesidad tenían de decirme lo mal que estaba... Fue duro. La gente comenta sobre todo: de lo que hago, acerca de mi aspecto...”.
Y es que en cuanto salió a la luz su romance, todo mundo se dio a la tarea de averiguar quién era la nueva conquista de Carlos Felipe, quien por entonces se perfilaba como el soltero más codiciado de la realeza. Se supo que se trataba de Sofía Kristina Hellqvist, la segunda de tres hermanas del matrimonio conformado por Erik y Marie Hellqvist. Nacida en Estocolmo en 1984, estudió contabilidad en la Universidad de Estocolmo y se especializó en desarrollo de negocios; además, trabajó por largo tiempo como mesera e instructora de yoga para poder costear sus estudios.
Una novia inapropiada
Pero también era modelo y actriz famosa por su participación en Paradise Hotel, reality show que mostraba la vida de un grupo de solteros concentrados en un hotel de lujo. Si bien su presencia en el programa fue mal vista, los fervientes seguidores del príncipe y de la monarquía no le perdonaron su pasado como stripper. Fotografías de ella en poses provocativas había muchísimas, y más tarde se filtraron imágenes en las que aparecía tapándose el busto con una boa, como las publicadas en la revista sueca para adultos Slitz. Sin embargo, su vida dio un vuelco en 2010 cuando conquistó el corazón del príncipe para cinco años después casarse con él.
Tanto la familia real como los amantes de la monarquía pensaban que el romance no era más que un capricho y que pronto el príncipe se aburriría de ella; pero no fue así. En 2014 anunciaron su compromiso en los jardines del palacio de Drottningholm, y la boda se realizó el 13 de junio de 2015. La novia lució preciosa enfundada en un vestido creación de la diseñadora de moda Ida Sjöstedt. Tan sólo cuatro meses después, la feliz pareja anunciaría la llegada de su primogénito, a quien llamaron Alexander Erik Hubertus Bertil y a quien le seguiría el pequeño Gabriel Carl Walther, nacido en 2017, que provocó la alegría de los reyes Carlos XVI Gustavo y Silvia de Suecia.
Final inesperado
El camino recorrido por Sofía de Suecia para ganarse a la familia real no ha sido fácil, sin embargo, esos años de hostigamiento se convirtieron en el motor que la impulsó a hablar con apertura de los ataques a los que se vio expuesta, asimismo la alentaron a unirse a su esposo para crear una fundación cuyo objetivo es apoyar a la juventud y promover la educación, y ahora frenar el cyberbullying, fenómeno que aflige a millones de personas y que en un principio la obligó a cerrar sus perfiles en redes sociales. La princesa Sofía encarna, sin duda, el paradigma de quienes han superado con éxito su historia de vida. Su valentía y lucha contra el acoso no sólo es aplaudida; hoy es tan querida como la princesa Victoria, heredera al trono sueco. Y bajo el brazo tiene un título nobiliario, dos hijos divinos y un príncipe que la adora con su pasado y tal cual es.
