Definitivamente, los últimos meses han estado llenos de cambios para toda la Familia Real, especialmente para los royals galeses, quienes desde el pasado mes de enero interrumpieron sus rutinas cotidianas para centrar su atención en la recuperación de la princesa Kate Middleton, quien aún se encuentra en una batalla contra el cáncer.
Implícito en todos los cambios que ha vivido la familia del príncipe William, incluídos sus tres hijos -George, Charlotte y Louis-, se encuentra una radical decisión que afectaría de manera directa a los mini royals, quienes, al parecer, ahora tienen que dejar a un lado sus títulos de Altezas Reales para dedicarse a ayudar en las tareas domésticas.
Dicha información fue asegurada por el Daily Mail, en una publicación que afirma que tras darse a conocer el diagnóstico de Catherine, tanto ella como su marido tomaron la decisión de despedir a todo su personal que se dedicaba a las labores del hogar. Esto con el fin de dedicarse ellos mismos a la crianza de sus vástagos.
¿Qué labores domésticas realizan los hijos de los príncipes de Gales?
De acuerdo con las declaraciones que una fuente cercana a la Familia Real le concedió al medio citado, a todos nos sorprendería ver cuán “ordinarias” son las cosas en la casa de los príncipes de Gales, quienes desde 2015 viven en Anmer Hall.
Según la fuente allegada, ahora que el personal de trabajo doméstico ha sido relegado de la residencia galesa, “los niños ayudan a poner la mesa, la recogen cuando han terminado de comer y ayudan a ordenar. No hay un trato preferencial”.
De acuerdo al Mail, Kate quiso asegurarse de que la vida doméstica de sus hijos no se viera alterada y que las cosas en casa continuaran para ellos de la manera más “normal posible”, lo cual explica la lógica que hay detrás del hecho de que los mini royals se encarguen de pequeñas tareas que probablemente nadie se imagina que hacen.
“En consecuencia, a los niños no se les ha reservado ningún trato especial y se espera que sigan realizando las labores domésticas”, dice el medio.
Es así, a partir de la repartición de tareas cotidianas y otro tipo de gestos, que los príncipes William y Kate se encargan de dar a sus tres hijos, una crianza integral, basada en el respeto y la cooperación, algo que definitivamente no estuvo en el panorama del primogénito de Carlos III, a quien desde su infancia, todo se le concedió a manos llenas.
