Las joyas que Felipe regaló a Isabel II se han convertido en el hermoso legado con el que la reina hoy puede recordar a su esposo. Fueron joyas diseñadas por el mismo Duque de Edimburgo y con un significado muy especial, te contamos de su historia.
Significado de la joyas que Felipe regaló a Isabel II
Durante el matrimonio que duró 73 años, Felipe de Edimburgo le regaló a su amada Lilibeth joyas magnificas. Algunas de estas joyas fueron diseñadas por él mismo y marcaron un significado muy especial para su relación y la reina Isabel II.
Broche de diamantes
Fue en 1939 cuando el atractivo cadete de la marina conoció a la joven Isabel de 13 años de edad. Ambos asistieron al Britannia Royal Naval College, y la niñera de la princesa, Marion Crawford, asegura que fue amor a primera vista.
Durante uno de los permisos de guerra, Felipe se reencontró con Isabel, y le obsequió un impresionante broche de diamantes con una insignia azul marino forjado por el joyero de la corte, Garrard.
Anillo de compromiso de Isabel II
El anillo que Felipe le dio a Isabel para comprometerse, fue diseñado por él mismo; sin embargo, el diamante que lo forma, fue de la familia Románov.
El anuncio de su compromiso se hizo de manera oficial el 10 de julio de 1947, desde entonces, la reina no se ha quitado su anillo de compromiso.
Brazalete de Boda de Edimburg
Felipe diseñó también una pulsera que le entregó a Isabel junto con el hermoso anillo que también diseñó.
Es una pieza estilo Déco, realizada por Philip Antrobus, el histórico joyero londinense de Bond Street,a la que más tarde se le llamó Brazalete de Boda de Edimburg.
El diseño es geométrico y se caracteriza por diamantes engastados en pavé sobre una estructura de platino, las gemas que se encuentran en la montura también pertenecieron a los Románov, y otras de las joyas que la reina nunca se quita.
Brazalete de aniversario
Para celebrar los primeros 5 años de su matrimonio, Felipe le regaló a Isabel en 1952, un impresionante brazalete de oro con diamantes, zafiros y rubíes.
El brazalete fue un diseño de Felipe que fue realizado por el joyero Boucheron, y tiene un significado muy especial. En el diseño se incorporó el cifrado de la pareja, así como la insignia naval de Felipe y las rosas heráldicas.
El broche Ruby Venus
En 1966, Andrew Grima ganó el Premio de Diseño Elegante de Edimburgo, con una colección de joyería que se hizo para la compañía joyera, HJ Co, la cual se consideró como audaz y muy original.
De esta colección, Felipe compró un broche para la reina Isabel, que se le bautizó con el nombre de Ruby Venus, está hecho de oro con un rubí y diamantes incrustados. La reina lo usó en su aniversario de bodas número 70.
