Pocas personas tienen la fortuna de cumplir 96 años como los hizo Isabel II, protagonizando el reinado más duradero que el de cualquier otro monarca británico y el más largo verificado de una mujer. Su salud era de hierro y esto, en gran parte se debía a sus hábitos saludables.
La reina siempre fue muy disciplinada y esto es algo que le rindió buenos frutos. Aquí sus secretos de salud que la mantuvieron como un roble por más de 9 décadas.
1) Comer sanamente
Uno de los chefs reales que han servido a la soberana es Darren McGrady quien dijo que los hábitos alimenticios de los Windsor se apegaban más a los de una familia de clase media que a los de una familia real. Y esto se debe a que la abuela del príncipe Harry prefiería menús sencillos, nada pretenciosos y por supuesto sin condimentos.
Por eso su dieta de basó principalmente en ensaladas, pollo y pescado asado con verduras hervidas. “La norma es nada de almidón, no patatas, ni arroz ni pasta para cenar”.
2) Cero adicciones
Después de ser testigo de la lucha contra el cáncer de pulmón que mantuvo su padre, el rey Jorge VI, así como también su abuela María de Teck, a la mandamás del Palacio de Buckingham no le quedaron ganas ni de si quiera ver un cigarro. Por lo que nunca fumó.
Tampoco tomaba en exceso, salvo los brindis en cenas de estado. Sí llega a beber un martini, una copa de vino o un poco de ginebra (bebida que incluso comercializa) con Dubinnet, una rodaja de limón y mucho hielo. Pero definitivamente siempre se ha mantenido lejos de vicios que le impidan cumplir con sus obligaciones en el trono. Sin duda ella es todo un ícono de salud y bienestar en estos tiempos.
3) Ejercitarse
Desde chica la equitación fue una de sus pasiones. Pero para la madre del príncipe Andrés no sólo es un ejercicio, también es una manera de despejar su mente. Cuando tiene un problema que la aqueja sale a montar a caballo en los alrededores de Windsor o Sandringham donde los paparazzi suelen captarla. También da largas caminatas acompañada por sus perros corgi y les gusta manejar a sus 96 años.
4) Control de estrés
Una de las cualidades a destacar de la soberana es que era una mujer muy paciente y ecuánime a la que nunca se le vio caminar de prisa o perder el control. Se preocupa por las cosas que están en su control pero por las que no, ni si quiera se toma la molestia de malhumorarse.
En general fue muy positiva y solía adaptarse a los tiempos nuevos rápidamente de acuerdo a Bryan Kozkowski en su nuevo libro “Larga vida a la Reina: 23 reglas para vivir como la monarca reinante más longeva de Gran Bretaña”.
Todos nos preguntamos ¿la reina se estresa? Parece que no. Dickie Arbiter, ex secretario de prensa de la casa real comentó en una ocasión “No creo que Su Majestad sufra de estrés. Puede enfadarse si algo sale mal pero como la mayoría de las veces no depende de ella, no le ve sentido estresarse”.
5) Mantenerse intelectualmente activa
Como monarca del Reino Unido siempre se mantuvo actualizada, no hay que olvidar que diariamente recibía su caja roja donde había importantes informes de estado, análisis económicos y políticos, los cuales tenía que leer cuidadosamente.
Por si fuera poco, ella asistía a actos públicos que requerían toda su atención donde da discursos y atienda a los asistentes. Su trabajo fue, quizá, la mejor manera de mantenerse lúcida.
6) Cuida su vida espiritual
Todos los reyes británicos son además Gobernadores Supremos de la iglesia de Inglaterra y Defensores de la Fe lo cual Isabel II se lo toma muy en serio. No falta cada domingo a los servicios religiosos, da su ayuda económica y mantiene frecuentemente reuniones con los principales líderes para pedirles consejo.
Isabel II fue patrona de más de 600 organizaciones benéficas, y buscó ser congruente y tratar de seguir con gran fervor las leyes de Dios. Su lado religioso se reflejó en que mantuvo una vida ordenada y respetable.
¿Lista para vivir como una reina? Puedes comenzar siguiendo los hábitos saludables que hicieron que la monarca gozara de buena salud.