En medio de una de las crisis de salud más graves dentro de la Familia Real Británica, ahora ha trascendido que el príncipe Andrés y su ex esposa Sarah Ferguson estarían dispuestos a casarse de nuevo.
Esta información inesperada se da en un contexto de suma preocupación para los Windsor, ya que esta semana se ha dado a conocer que el rey Carlos III fue diagnósticado con un tipo cáncer —el cual no se ha especificado— días después de que se sometiera a una operación para corregir su problema de agrandamiento de próstata.
¿Sarah Ferguson y el príncipe Andrés pudieran casarse de nuevo?
La posibilidad de una boda entre ambos surgió luego de que el columnista Ephraim Hardcastle, uno de los mayores expertos de la Familia Real Británica, asegurara en un artículo en el Daily Mail que Sarah y Andrés cuentan con la aprobación de Carlos III para casarse.
Sin embargo, también dijo que el mismo monarca aceptaría siempre y cuando la celebración de este enlace se mantenga en un bajo perfil. Y si bien esto pudiera ser un rumor más, existen varias pistas que pudieran demostrarnos lo contrario.
Por ejemplo, el duque de York se ha convertido en un gran apoyo para Ferguson, ya que hace unos meses ella fue operada de cáncer de mama, y hace no mucho dio a conocer que se le había detectado un melanoma.
Mientras que Sarah Ferguson también ha sido una de las grandes defensoras del príncipe Andrés, puesto que una de las víctimas de Jeffrey Epstein demandó al hermano de Carlos III por agresión sexual. Aunque el escándalo por ello no solo dañó su reputación, ya que además se le retiraron sus títulos militares así como el tratamiento de Alteza Real.
De ahí que pocos cuestionen que lo dicho por el tabloide británico sea verdad, ya que además sabemos que Sarah y Andrés comparten residencia en Royal Lodge, en Windsor Great Park, desde hace varios años. Mientras que ambos llevan una gran relación de cordialidad desde que se divorciaron en 1996.
Se conocieron gracias a Lady Di y al muy poco tiempo de salir se comprometieron, mientras que su boda fue en julio de 1986. Luego, dos años después llegaría su primera hija, la princesa Beatriz, y en 1990 nacería Eugenia. Sin embargo, decidieron separarse en 1992 y cuatro años después finiquitaron el divorcio.
Si bien hubo escándalos de por medio por su separación, siempre han estado en buenos términos por el bien de sus hijas. Incluso, la reina Isabel aceptó que cuando Sarah muriera, sus restos fueran enterrados en Windsor, mientras que en Navidad, Carlos III la invitó a pasar las fiestas en Sandringham.