La salud mental de la realeza es un tema del que muy poco se sabía, fue hasta el 2020 que las casas reales de Europa, decidieron hacer frente a este problema, y hablar de la ansiedad y la depresión que han sufrido varios de los miembros de la monarquía europea.
Salud mental de la realeza
En tiempos en los que la salud mental está considerada “la próxima pandemia mundial” por la OMS y que la depresión es un problema de salud pública global, la realeza tiene un rol importante para ponerla sobre su agenda filantrópica y de conciencia social que empieza por aceptar que ellos mismos la han padecido.
Salud mental de Diana de Gales
Diana fue la primera royal en revelar sus intimidades, y en hablar de sus problemas emocionales.
En su biografía autorizada, escrita por Andrew Morton, Diana Her True Story, confesó haber sufrido de paranoia y que llegó a tirarse por las escaleras estando embarazada y a cortarse los brazos para llamar la atención, no tanto para suicidarse realmente.
“Eran gritos de auxilio ante la indiferencia de mi esposo; yo era joven, era inmadura me sentía sola y no tenía en quién confiar”, confesó.
Esa alerta fue malentendida por la familia real, según Diana, al grado de intentar internarla en una institución mental. Charles la mandó con su psiquiatra de cabecera, Lauren van Der Post, pero ella buscó a su propio terapeuta “porque desconfiaba de todos”.
Margarita del Reino Unido
Diana no es el único miembro de la casa real británica que se ha enfrentado a sus problemas emocionales, la princesa Margarita, hermana de la reina Isabel II, recurrió a los vicios para sobrellevar sus emociones.
Su inestabilidad emocional tuvo serás consecuencias que derivaron en una fuerte crisis nerviosa en 1974, por lo que tuvo que recibir la ayuda del psiquiatra Marc Collins, famoso por atender a personalidades de alto perfil.
Durante el tratamiento, la princesa sufrió una sobredosis, que desencadenó rumores de suicidió, un hecho que la familia real se encargó de negar hasta el cansancio.
“Estaba tan exhausta por todo, lo que quería hacer era dormir… y lo hice, hasta la tarde siguiente”: declaró Margarita.
Sin embargo, también se ha dicho que la familia real no se interesó en la salud mental de la princesa, de acuerdo con el libro “And What Do You Do?” de Norman Baker, la reina rechazó la idea de que su hermana necesitara ayuda para tratar sus angustias mentales.
Principe Harry
La muerte de su madre, la princesa Diana, causó un gran impacto en las emociones del príncipe, quien aseguró durante una entrevista en el 2017, que fue su hermano, el príncipe William, quien le instó a buscar ayuda.
“Puedo decir con seguridad que perder a mi madre a la edad de 12 años y, por lo tanto, apagar todas mis emociones durante los últimos 20 años, ha tenido un efecto bastante serio no solo en mi vida personal sino también en mi trabajo”.
Victoria de Suecia
Al igual que Lady Di, Victoria padeció anorexia nerviosa y estuvo a punto de morir. Esto sucedió en 1993 cuando salió de la preparatoria.
“Era una adolescente regordeta y todo el mundo en la universidad me recordaba que las princesas no debían ser gordas, sino delgadas y bonitas; yo nunca me sentí así.
Entonces empecé a hacer dietas insalubres con tal de adelgazar, hasta que casi me muero”, declaró en 2017 en un documental para la televisión pública sueca SVT.
“Si no hablamos nosotras que somos privilegiadas, quién lo hará por quienes no tienen nada”, dijo Victoria en su discurso en el Premio Nobel de la Medicina en 2017.