La relación entre los príncipes William y Harry ha sido objeto de escrutinio público, especialmente en los últimos años debido a su distanciamiento. Sin embargo, recientes revelaciones arrojan luz sobre la naturaleza de su vínculo durante la infancia, mostrando una conexión más estrecha de lo que muchos podrían imaginar.
Una carta manuscrita por la fallecida princesa Diana de Gales, fechada el 25 de septiembre de 1984, ha salido a la luz tras ser subastada por Sworders Fine Art Auctioneers. En esta misiva, dirigida a Violet Collison, antigua ama de llaves de la residencia familiar de Diana, la princesa expresa su agradecimiento por el primer regalo navideño recibido por el príncipe Harry.
Así era la relación entre William y Harry cuando eran niños
Diana describe cómo el pequeño Harry, de apenas unos meses, “está constantemente entretenido por su hermano mayor, quien le prodiga una cantidad infinita de besos”. Una afirmación que refleja la ternura y el afecto que William, de dos años en ese momento, sentía por su hermano menor desde los primeros días de su vida juntos.
La carta también menciona la alegría de Diana al ver a sus dos hijos interactuar, destacando la importancia que otorgaba a la relación fraternal entre William y Harry. Estas palabras ofrecen una visión íntima de la dinámica familiar en el seno de la realeza británica durante la década de 1980, una época en la que Lady Di se esforzaba por brindar a sus hijos una infancia lo más normal y afectuosa posible, a pesar de las presiones inherentes a su posición.
Con el paso de los años, la relación entre William y Harry ha experimentado altibajos, influenciada por eventos personales y decisiones que han moldeado sus vidas adultas, como el hecho de que el duque de Sussex haya decidido separarse de la Familia Real Británica. No obstante, estas revelaciones sobre su infancia subrayan que, en sus primeros años, los hermanos compartieron un vínculo cercano y afectuoso, cimentado por el amor y la dedicación de su madre.
Es importante reconocer que las relaciones familiares evolucionan con el tiempo y están sujetas a diversas influencias. Y aunque en la actualidad existan diferencias entre los príncipes, las memorias de su infancia reflejan una conexión profunda que, en su momento, fue fundamental para su desarrollo emocional y personal.
Estas nuevas perspectivas sobre la relación temprana entre William y Harry invitan a una reflexión más matizada sobre su vínculo fraternal, recordando que, más allá de las tensiones actuales, existió una base sólida de amor y compañerismo en sus años formativos.